Historia del Viejo San Juan: El monasterio franciscano de la calle de San Francisco

Imagen: Altar de la Iglesia San Francisco pintado por Juan B. García en 1949. Foto: Carmen Alicia Morales

Nota: Este escrito se publicó hace más de 90 días.

El monasterio franciscano Santa María de La Rábida en la confluencia de los ríos Odiel y Tinto (Huelva) hospedó a Cristóbal Colón, y a su hijo Diego, cuando llegaron en una carraca (buque de carga portugués) desde Lisboa (1485). Los frailes Antonio de Marchena y Juan Pérez le facilitaron la ejecución de la empresa al ponerle en comunicación con los Reyes, y darle acceso a los empresarios marineros de Palos de la Frontera (los hermanos Martín y Alonso Pinzón) y a gente hábil para participar oportunamente en la odisea colombina.

A pesar del protagonismo franciscano en la organización del primer y segundo viaje colombino; ¿por qué están ausentes en la fundación del primer monasterio en San Juan en el siglo XVI? Arraigada había sido la tradición franciscana en la familia Trastámara de la reina Isabel y como resultado, se educó en el Monasterio de San Francisco de la Observancia de Arévalo; fue franciscana terciaria (tipo de estado intermedio entre el claustro y el mundo); testó ser enterrada en e Convento de San Francisco de La Alhambra; y está enterrada en un hábito franciscano. Desafortunadamente, la muerte de la reina, el 26 de noviembre de 1504, troncha la relación entre la orden y la monarquía adelantando en esta forma la consigna de la Orden de los Predicadores (los dominicos) en los primeros años de la colonización.

A diferencia de las otras órdenes, los franciscanos y los dominico instalaron sus conventos en la ciudades (siglo XIII), con el propósito de; confesar, abrir escuelas, enterrar los muertos y recibir limosnas compitiendo en esta forma con la Iglesia secular. Los dominicos, a diferencia de los franciscanos, se
dedicaron a implementar la defensa del dogma cristiano, la persecución de los herejes, y a enseñar la doctrina cristiana con el propósito de obtener sumisión y control del poder civil en el ámbito público. Los primeros franciscanos vinieron al Caribe en el segundo viaje, con un permiso conferido por el papa Alejandro VI para erigir iglesias y predicar. En 1504 comienza la construcción del convento de los franciscanos en Santo Domingo y en 1524 se fundaron monasterios franciscanos en Tenochtitlán.

Sin embargo, es el rey Felipe IV (1605-1665) el que promovió una nueva gesta de fundaciones en el Nuevo Mundo debido a que concibió que; ¨los franciscanos son los únicos religiosos que necesita esta provincia porque son pobres y se contentan con poco, mientras que las demás atienden a sus comodidades de fundar colegios y haciendas con qué sustentarse¨. Este apoyo político es testigo de la expansión de la orden en el siglo XVII. Además de como resultado aumentan los seminarios, las casas de estudios y los monasterios de monjas clarisas.

En cuanto al monasterio franciscano en la calle San Francisco, en 1634 el gobernador de la capitanía general de Puerto Rico, Juan de Bolaños, dona un terreno a los franciscanos a las afueras del asentamiento del puerto. El predio se encontraba en el paso de lo que se utilizaba como camino vecinal para llegar al villorrio. El obispo Juan Alonso de Solís y Mendoza (1635-1641) también apoyó su causa para que se establecieran en San Juan. Los franciscanos pierden su protector (Bolaños) pero logran terminar la iglesia en 1653. En 1756 la Venerable Orden Tercera construye una capilla mayor. Es durante estos años que, mientras se establecía el monasterio de los franciscanos, el 1 de octubre de 1644, monjas carmelitas llegan al puerto de Sanlúcar de Barrameda (España). Son ellas con las que se funda en 1645 el Convento de las Carmelitas del Viejo San Juan.

En 1876 la Venerable Orden Tercera de los Franciscanos (Tercera Orden. Conocida como Orden Franciscana Seglar. Compuesta de personas laicas que viven la espiritualidad franciscana) construyó una capilla mayor. Actualmente la Iglesia de San Francisco de Asís. En 1905 pasa a ser Parroquia y Capilla de la Venerable Orden Tercera bajo los padres capuchinos. Esta tercera orden que llega a Puerto Rico fue creada por San Francisco (siglo XIII). Esto como un tipo de estado intermedio entre el claustro y el mundo para aquellos que deseaban seguir los pasos del santo. Pero impedidos, por matrimonio u otros compromisos de entrar ya sea a la primera o a la segunda orden. Entre 1918 y 1972 existió un edificio contiguo a la Iglesia que alojaba la Academia Católica (fue demolida en 1998).

La calle de San Francisco, en la ciudad de San Juan, toma su nombre del asentamiento del Monasterio y la Iglesia que fue construida por franciscanos. Sobre San Francisco de Asís (1181-1226) es de interés general recordar que fue el primer ambientalista del mundo europeo. A él se debe el precioso poema “Cántico de las criaturas”. Vivió predicando igualdad de derechos humanos, humildad y respeto por la naturaleza. La decisión de edificar un monasterio (hace 400 años) en el camino vecinal hacia el asentamiento de la villa de San Juan. Que se encontraba alrededor del puerto, de parte del capitán general Juan de Bolaños, fue una idea genial. Esto defensivamente ya que ofreció a la población una estructura con un grupo de hombres que actuó a manera de pequeño ejército citadino.

Sobre la autora: Carmen Alicia Morales obtuvo un doctorado en Historia Medieval (Universidad de Valladolid). Publica libros y dicta conferencias sobre derecho de las mujeres medievales internacionalmente. Fotografía y escribe para diarios sobre jardines, San Juan y casas de pintores y poetas.  Funda y administra el Facebook Historia del Viejo San Juan y es fundadora y presidenta de la Asociación de Historia del viejo San Juan.