Imagen: Grabado antiguo del Seminario Conciliar. CEAPRC.
La historia del porqué de la aparición de las universidades en Europa es uno de los paraderos investigativos que está alineado con la expresa decisión monárquica de desarrollar una clase social que sirviera e implementara sus intereses políticos. La primera universidad de España aparece en 1212 cuando el rey Alfonso VIII de Castilla, influenciado por el obispo Tello Téllez de Meneses, fundó el “Studium Generale de Palencia” con una cátedra de Teología y Artes. Entre sus estudiantes más aprovechados, en filosofía y teología (1184-1194), estaba Santo Domingo de Guzmán (1170-1221), quien fundó la orden de los dominicos (1220) con el propósito de predicar, y enseñar los preceptos religiosos. El Estudio General se disuelve eventualmente con la muerte de sus fundadores y en 1218 se funda el Estudio General de la Universidad de Salamanca, establecido en la capilla de Santa Bárbara de la antigua Catedral de Santa María, por el rey Alfonso IX y se establece definitivamente en 1254 bajo la ayuda económica del rey Alfonso X.
A finales del siglo XV toma auge la visión de la reina Isabel la Católica con el aumento del estudiantado de Salamanca y la creación de los colegios de San Bartolomeo y Santa Cruz en Valladolid para apoyar estudiantes necesitados que asistían a la Universidad de Valladolid. Mientras tanto, a pesar del boom educacional de las universidades entre el siglo XV y XVI, a finales del siglo XVIII se experimenta una merma en la matrícula de los conventos y monasterios en España. La decadencia poblacional monacal entre el siglo XVIII al XIX, resulta en el decreto de 1820 y como resultado, se suprimieron «todos los monasterios y conventos. Más eminente aun es la desamortización de Mendizábal, firmada por el ministro de la regente María Cristina de Borbón, en 1836, la cual tuvo unas consecuencias nefastas para el sistema educacional y social de España. Este sistema era necesario porque apoyaba y proveía educación en toda la nación. Como resultado, es en este momento, es bajo estas condiciones de desaparición del sistema educacional religioso, cuando se cierra el Convento de los Dominicos en San Juan, que desde su incepción en la fundación de la ciudad había servido como escuela y Estudio General, siguiendo los preceptos de enseñanza de la orden dominica.
Es en esa encrucijada de crisis educacional que, para servir a alumnos de bajos ingresos con becas con el propósito de que continuaran estudios de sacerdocio y otras profesiones, gracias a la perseverancia de fray Alejo de Arizmendi, primer obispo puertorriqueño, el 2 de julio de 1832 se inaugura el Seminario Conciliar de San Ildelfonso en la calle Cristo 52. En 1853 se inició la segunda etapa de su construcción y se hizo una pequeña capilla de estilo neoclásico, decorada en 1858 por el italiano Giovanni Cavallini. En 1873 es constituido como Instituto de Segunda Enseñanza, bajo la dirección de José Julián Acosta, con el apoyo del gobernador Rafael Primo de Rivera. En 1874 se lleva a cabo un golpe de estado en España y se restituye la dinastía borbónica con el rey Alfonso XII. El nuevo gobernador José Laureano Sanz llega a la isla de Puerto Rico, disuelve la Diputación Provincial y nombra, como presidente de la junta a José Ramón Demetrio Fernández y Martínez, Marqués de la Esperanza (1804-1883). El Seminario pierde el apoyo gubernamental y lo clausuran y la educación pasa a ser dirigida por la Orden Jesuita.
Es bajo esta administración y con el apoyo de don Pablo Ubarri que se construyó con fondos públicos, en Santurce, parada 19, lo que hoy día es el Departamento de Sanidad Insular. Y es en este momento en que el Partido Liberal Reformista, luchó por la creación de la Universidad y el Instituto como parte de la instrucción pública de Puerto Rico. Finalmente, en 1882, bajo la dirección de José Julián Acosta y con la cooperación del gobernador Segundo de la Portilla se logra la inauguración del Instituto de Segunda Enseñanza. Con este instituto podrán obtener los jóvenes el título de Bachiller en Artes y con esto pueden seguir carreras de Facultad. En el año de 1900 cesó sus operaciones bajo la administración del Obispo Jaime Blenk. Durante varios años la estructura fue cede del Colegio de San Pablo, siendo la fuente de enseñanza de niños de San Juan. Bajo la tutela de los Padres Paúles, monseñor Guillermo Jones restituyó las facilidades a sus antiguas actividades como seminario. En 1948 el obispo Jaime Davis reubicó el Seminario en el pueblo de Aibonito. En ese momento el edificio albergó la escuela de Santo Tomás de Aquino y Convento de Religiosas Dominicas hasta 1972.
En 1976, con el propósito de educar profesionales el profesor Ricardo Alegría combina el programa de Estudios Puertorriqueños del Instituto de Cultura y el Centro de Estudios Avanzados y en Casa Blanca comienza la ardua tarea de remodelar una estructura como plantel educacional. Restauró y creó salones de clase, biblioteca, oficina administrativa y salones de conferencias. La apertura oficial fue el 29 de agosto de 1977 y entre 1979-80 tenía matriculados 118 estudiantes. Mientras tanto, el Colegio de Santo Tomás de Aquino, que había cerrado su plantel en 1972, se encontraba vacío y era el lugar idóneo para establecer el Centro de Estudios. Después de diez años en Casa Blanca, se remodeló el Seminario Conciliar y se mudaron a la actual estructura en 1986. El Seminario Conciliar, desde su apertura en 1832, ha mantenido firme su compromiso como institución educacional restableciendo su habilidad para recrear incondicionalmente el plantel como: Instituto de Segunda Enseñanza, Colegio de San Pablo, Colegio Santo Tomás de Aquino y durante los últimos 33 años como el Centro de Estudios Avanzados.
