Imagen: Gilberto Concepción de Gracia (Foto cortesía: Centro de Estudios Puertorriqueños Hunter College CUNY)
Por: Nomar Stefans
Periodista, profesor de literatura hispanoamericana, abogado de Pedro Albizu Campos y defensor de los oprimidos, Gilberto Concepción de Gracia fundó el Partido Independentista Puertorriqueño y sentó las bases de legislación progresista de años posteriores a su incumbencia como senador.
El 20 de octubre de 1946, nace el Partido Independentista Puertorriqueño. Con el levantamiento de esta ideología, Puerto Rico abre sus dársenas para palpar una nueva visión política, social y educacional. “¡A la lucha y la victoria!”, con fervor dijo un inmenso líder de esta patria. ¡Qué monumental acierto esas palabras! ¿Desde cuándo permitimos el abuso? ¿Desde cuándo la unión patriótica dejó de decir presente en nuestras comunidades? Veamos la realidad sin gríngolas. ¿Quiénes nos han liderado como país? Ahí está la respuesta…
La historia habla por sí sola. Solo deberíamos hacer un alto a nuestro tiempo y mirar a las causantes del desmoronamiento de nuestra salud, educación, seguridad, ambiente, economía y, con esto, analizar a quienes se han empeñado en destruir cabalmente la existencia de la independencia en Puerto Rico. Mis letras se tornan ausentes para liderar este sentir. Por eso es que, tomando el inicio histórico de ese 20 de octubre de 1946 en la gallera Tres Palmas del municipio de Bayamón, quiero clamar el espíritu del forjador de nuestra anhelada libertad. Me adentro en la piel del inmenso Gilberto Concepción de Gracia.
“Tan presente está aquella duda de Luis Muñoz Marín cuando me dijo que ‘primero cumpliría cien años antes de inscribir el Partido Independentista Puertorriqueño — a lo que respondí mediante un telegrama diciendo: ‘Acabo de cumplir cien años’ — que siento que hay un camino sumamente arduo que debemos atender con vigor y sensibilidad como conglomerado y creyentes de la absoluta libertad de nuestra nación. Y es que en el camino hemos perdido la importancia de amplificar la existencia de nuestro movimiento, que se basa en brindarle a los puertorriqueños una alternativa honesta — la independencia de un país —, y nos hemos quedado empequeñecidos entre nosotros mismos. Ahí hemos fallado, en lograr la masificación de nuestra misión con Puerto Rico”.
“Mas no ha sido así en las luchas diarias que hemos defendido cabalmente buscando la justicia y la igualdad en la educación, la salud, el ambiente, la economía, la gobernanza y más. Ya el tiempo nos lanza a un nuevo resurgir de nuestra existencia y debemos centrarnos en los próximos pasos a dar, para que ya no estando en terceras voces y desventajadas posiciones de gobernanza, nos coloquemos como la única opción real para el despertar de nuestro Puerto Rico. Entonces, realizo un llamado auténtico al actual presidente de nuestro partido, Rubén Berríos para que, en unión a todos los líderes de este conjunto, se desarrolle una estructura de existencia que camine a la par con las nuevas realidades y exigencias que se levantan en nuestra isla”.
“Desde mi esquina, quiero entablar lo que debería ser el nuevo horizonte cercano del Partido Independentista Puertorriqueño. La inmensa necesidad de que nuestro pueblo tuviese voz propia y fuese capitán de su destino, fue lo que motivó a que buscase un nuevo espacio que unificara una ideología de libertad y soberanía donde hombres, mujeres y niños de esta isla tuviesen una representación ante el mundo de lo que merece todo puertorriqueño”.
“Hoy, ya no hay espacio para dar pasos en falso, sino que estamos inmersos en el momento más importante de toda nuestra historia como país. En tiempos cuando todos los renglones que componen una sociedad están en peligro, queda que todos nosotros los que por décadas hemos alzado la bandera de la necesidad que tiene nuestra nación de ser una libre, accionemos un nuevo rumbo, iniciando por una necesidad básica: responderle al país de forma eficaz y convincente las dudas que por tantos años han quedado marcadas en sus mentes. ¿Puede Puerto Rico ser un país independiente? ¿Cómo podemos lograr una economía en desarrollo siendo un país independiente? ¿Cómo siendo un país independiente podemos tener alianzas y acuerdos con otras naciones, incluso con Estados Unidos?
Con ello, debemos ir a la base, casa a casa, plaza a plaza, escuela tras escuela, corazón a corazón y — sin afán político y rabia colectiva—, entregar los fundamentos de los que está hecho el Partido Independentista Puertorriqueño. El trabajo recae en cada uno de ustedes los que luchan por dirigir las riendas de su gente y, con ese deseo, tienen que ir a la base de la creación: la gente. Ellos tienen muchas dudas, arraigadas confusiones que muchos les han calado en sus mentes para controlar y robarles lo más valioso que tiene una sociedad: su libertad. En mí ya están grabado los corazones de todos los que honran a su tierra. Ahora ustedes deben atemperarse a los tiempos, hacerse atractivos a la nueva era y ya no ser un partido encogido que lucha, sino que vaya rumbo a la gran conquista.
Libre,
Gilberto Concepción De Gracia
