Néstor Murray-Irizarry, historiador.
“Tanto en la América precolombina como en África, se fabricaron sonajas y raspadores. Durante el proceso de transculturación que dio origen a las músicas latinoamericanas, se amalgamaron ideas, gustos y maneras de componer con los instrumentos de una y otra proveniencia. Claro está que ese proceso ocurrió durante muchas generaciones. No se deben olvidar las influencias de una y otra parte de la misma América como el comercio, la trata esclavista, los viajes y las migraciones en una u otra dirección también contribuyeron a esta transculturación”…
“…Durante el siglo XVIII se acostumbraba a utilizar unos raspadores denominados quilondo y cassuto en Angola. Hoy día el pueblo ekonda, del país vecino, República Democrática del Congo, usa el raspador denominado boyeke. El mismo instrumento es también denominado dikanza por gente angolana. En Puerto Rico se emplean los frutos secos de marimbo amargo (cucurbita lagenaria) para hacer los güiros, carrachos o güícharos”. -J. Emanuel Dufrasne González.
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Puerto Rico es una nación con grandes semilleros musicales (origen y principio de donde nacen o se propagan algunas cosas), no tenemos dudas de esta situación. La gran cantidad de músicos que improvisan, o que sencillamente fabrican instrumentos, sin tener estudios superiores para ejecutar o crear, así lo atestiguan. Testigos de estos hechos los encontramos en las comunidades rurales en las sínsoras del país.
Uno de los hallazgos de importancia arqueológica lo constituyeron el descubrimiento de maracas Monoxilas en la isla La Española y en Puerto Rico. En catálogo de curiosidades del Centro de Investigaciones Folklóricos de Puerto Rico, Inc. (Casa Paoli) se destacan tres reproducciones de maracas Monoxilas inspiradas en las piezas de artistas indígenas encontradas en dos cuevas antillanas. Veamos:
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Maracas asociadas al Ritual de la cohoba o cojoba
(CAT. 1a) Maraca monoxila (de una sola pieza de madera) de doble cámara o espacios huecos y doble badajo o sonadores.
Reproducción hecha en caoba con incrustaciones en oro por el artesano Carlos Rolón. La original (eran seis maracas monoxilas en total), correspondiente a la cultura taína, se encontró en una cueva en el barrio Pugnado Adentro de Vega Baja en octubre de 1979. El arqueólogo Ovidio Dávila la asocia al rito de la cohoba (Dávila, 1979).
Apareció junto a dos espátulas vómicas, un cemí, dos inhaladores de la cohoba tallados en madera, dos valvas de la almeja Codakia (posibles recipientes de los polvos de la cohoba), un cincel tallado en concha, un cincel tallado en hueso de manatí, veinte cuentas de collares con doble perforación, cinco cascabeles de caracol oliva, dos semillas de la palma de corozo con dos perforaciones y cuatro lascas de piedra ígnea con evidencia de desgaste en los filos.
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Dávila señala que era la primera vez que se descubre en las Antillas un conjunto de artefactos relacionados con el ritual de la cohoba o cojoba. Este rito consistía en un acto mediante el cual un bohíque, o médico brujo de una aldea, absorbía por la nariz polvos de cojibá o tabaco mezclado con otras yerbas (alucinógenos que producen alucinaciones o trastornos que hacen que se vean cosas fantasiosas) para entrar en un trance o estado en el que creía comunicarse con los dioses. Una vez dormido quien realizaba el acto, se esperaba a que despertara para que les comunicara a todos las visiones proféticas que había tenido. En esta ceremonia se le hacían oraciones al cemí y se le pedían riquezas (Gómez Acevedo y otros, 1980).
(CAT. 2a) Maraca monoxila de una cámara y un badajo
Reproducción hecha en caoba por el artesano Daniel Silva Pagán de una original también encontrada en Vega Baja en 1979.
(CAT. 3a) Maraca monoxila de una cámara y un badajo
Reproducción hecha en caoba con incrustaciones de concha (ojos) y hueso de vaca (boca) por el artesano Carlos Rolón. Además, el modelo original fue encontrado en una cueva de la sección de Juanillo, provincia de Higüey, República Dominicana (Veloz Maggiolo, 1974). También, allí se encontraron dos ejemplares de maracas monoxilas. La confeccionada en madera de guayacán es una artística de forma oval con tope que tiene una cabeza posiblemente antropomorfa o con forma humana. Asimismo, tiene dos badajos.
La otra maraca hecha de caoba es una pieza similar a la anterior. Además, existe otro ejemplar con las mismas características en la colección de la Fundación García Arévalo en la República Dominicana. La técnica de esta maraca es la misma que la del tambor mayobuacán.
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Es importante anotar, además, que se conocen otros ejemplares encontrados en Cabo Rojo, Puerto Rico y Cuba. También es indispensable señalar que los taínos usaron la madera como material para la fabricación de aquellos objetos que necesitaban.
Colección de Robinson Rosado [hoy del Centro-Casa Paoli]
En nuestro suelo borinqueño también durante muchísimos años artesanos se han dedicado a fabricar maracas de higueras, ramas de árboles secos o maderas y con un sin números de peonias o semillas de diferentes fruto, en su interior, permitiendo que al sacudirse generen una gran sonoridad. También de jovencito recuerdo las largas conversaciones que tuve con Don Onofre Rivera Torres de la calle Nuevo Norte de Ponce, que elaboraba sus maracas en su taller, en la planta baja de su casa. Además, un dato muy curioso que debiera estudiarse con profundidad: Don Onofre, diseñaba sus maracas con incrustaciones muy propios del artesano, y que con los años encontré diseños similares a los que hacían artesanos africanos y que fueron publicados en la portada de la revista African Arts (claro, reconozco que nuestra herencia africana nos sale hasta por los poros).
También en el baile de Bomba en Ponce, nuestra Jacinta Sierra Sierra de la calle 6 del sector de Bélgica y doña Nico, de la calle 2 de esa misma comunidad, cantaban utilizando una sola maraca en la mano derecha. Además, el Centro de Investigaciones Folklóricas de Puerto Rico tiene en nuestra colección la maraca que usaba doña Jacinta.
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Gracias por el reportaje, muy interesante. Vivo en Rochester NY y uso el concepto de bricolaje para crear mis instrumentos de Bomba y Plena. Gracias por compartir