Uno de los momentos más difíciles y dolorosos que puede pasar una persona es ver a uno de sus seres queridos perder la memoria -por alguna condición de salud- hasta el punto de ni poder reconocer sus familiares más cercanos. Así fue lo que vivió el autor puertorriqueño Edwin Fontánez, quien recientemente lanzo su libro La última canción para mi padre: Memorias de un hijo, un homenaje a su padre, quien fue diagnosticado con demencia senil a sus 76 años.
En este su primer libro de no-ficción, Edwin Fontánez lanza esas memorias sobre la relación y los efectos en la dinámica familiar mientras su padre enfrenta el difícil y largo periodo de demencia senil. Sobre este particular, este medio habló con el autor sobre el libro, quien se encomendó a tratar de comprender la vida de su padre desde una perspectiva adulta.
“Cuando la gente en general escucha sobre personas que tienen demencia o Alzheimer, hay una pared que nos separa de lo que la persona siente, porque lo estamos viendo a distancia. Cuando esa realidad se acerca a un familiar, abrimos los ojos y vemos lo devastador que es la enfermedad. Por eso, no pretendo saber nada de la enfermedad, pero si puedo testimoniar el daño y el cambio que ocurre dentro de la dinámica familiar”.
“El ejemplo más puro que afronté cuando fui a la casa, lo saludé y él no sabía quién yo era; fue un momento devastador. Hubo algo en mi en la que pensé que con una palabra, o un recuerdo, iba a llegar la claridad, pero la triste realidad es que no existe. Cuando la demencia está establecida, ya no hay marcha atrás. La tristeza es ver a mi padre, quien era muy activo, social, cómico, amable, generoso y de momento se convierte en un fantasma de sí mismo”.
Una de las observaciones del autor fue que, su padre, a pesar de su larga enfermedad mental, nunca perdió el placer por la música. Siendo precisamente la música una de las pocas cosas que mantuvo el espíritu de su vivo: “Cuando le hablas, estás hablando a un vacío, porque esa persona no tiene un referente de su vida. Lo único que pasaba por su mente era como una melodía, porque se la pasaba tocando con las manos, murmuraba una canción misteriosa”, añadió.
Utilizando como punto de partida las notas de su diario, Edwin Fontánez examina su relación recordando su niñez rural en Puerto Rico llena de momentos felices como también de problemas. “En un momento ya que había perdido la conciencia, en su homenaje quise revivir lo que fue su vida, los momentos buenos y momentos malos. Tristemente, él tenía un problema de alcohol. Aun así tengo un conflicto al describirlo como alcohólico. El alcohol es una parte bien grande de la sociedad puertorriqueña. Cuando había un conflicto entre la bebida y sus responsabilidades sobre la familia, pues ahí es que vino el gran conflicto”, sostuvo.
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Cómo fue que surgió el libro…
Durante el comienzo de la pandemia del COVID-19, cuando estaba todo cerrado, Edwin Fontánez se propuso rebuscar entre sus archivos para encontrar material para trabajar un nuevo proyecto. Se considera el archivista de la familia y entre todo el papeleo y fotos, encontró una colección de notas escritas por él sobre su padre.
“Cada vez que voy a la isla escribo algo, sobre momentos del día y cosas que quizás para algunos no tenga importancia, pero para mí si la tiene. Cosas que me gusta observar sobre la geografía, el clima y la comunidad; siempre hacía notas. Me di cuenta de que gran parte de esas notas están dedicadas a mis papás, cuando me pongo a leer todos esos escritos, me doy cuenta de que tenía casi un libro”, explicó el autor, quien actualmente está trabajando en una adaptación de este libro a una obra de teatro que se presentará en marzo 2024, luego de una beca otorgada por el Kennedy Center. La pieza, además de las memorias, contará con proyección de imágenes y de la música que le gustaba a su padre, como la de Placido Acevedo.
La edición en carpeta blanda de La última canción para mi padre está disponible por internet exitstudio.com, Amazon, o por correo de Exit Studio, 1466 N. Quinn St., Arlington, VA 22209.
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