Roberto Ramos-Perea como presidente del Instituto Alejandro Tapia y Rivera como portavoz y con el respaldo de un amplio grupo de destacados dramaturgos puertorriqueños, expresó su desilusión con el proceso de selección de la beca Letras Boricuas, administrada por la Fundación Flamboyán. Este grupo considera que el resultado de esta edición ha sido un golpe a los dramaturgos del patio, quienes sienten que no se les ha brindado el mismo nivel de apoyo que a escritores de otros géneros.
“Nos sentimos convocados a un engaño, tras recibir con entusiasmo la noticia de que este año la beca Letras Boricuas se abría por primera vez a dramaturgos de Puerto Rico y de la diáspora», señaló Ramos-Perea. “Es alarmante que, de más de 25 solicitantes dramaturgos, solo uno haya sido seleccionado, mientras que los poetas, narradores y novelistas que han disfrutado de múltiples ediciones, con más de 60 escritores beneficiados desde 2021″, añadió.
Ramos-Perea, con el sonoro apoyo de una veintena de escritores de teatro, subraya que su petición no busca un trato preferencial, sino justicia y equidad. La dramaturgia, explican, es un vehículo esencial de expresión cultural y de la voz del pueblo. Como expresa Ramos-Perea:
“El teatro no solo da voz al autor, sino a la memoria viva de nuestra civilización; merecemos el mismo apoyo y reconocimiento”.
En su declaración, Ramos-Perea hizo un llamado al renombrado dramaturgo Lin-Manuel Miranda, cuyas contribuciones han sido esenciales para crear estas oportunidades, solicitando que abogue por la implementación de una edición de becas específicamente para dramaturgos puertorriqueños, tanto en la Isla como en Estados Unidos, y que puedan competir en condiciones justas y equitativas.
“Apreciamos profundamente el impacto de la obra de Miranda y el prestigio de la Fundación Flamboyán. En nombre de los dramaturgos puertorriqueños, le pedimos que tome esta causa y nos ayude a garantizar que nuestras voces, nuestras historias y nuestra cultura encuentren su espacio y su reconocimiento merecido,” señala el dramaturgo Ramos-Perea en una carta abierta a Miranda, a nombre del Insiituto Alejandro Tapia y Rivera.
A continuación el texto completo…
CARTA ABIERTA A LIN-MANUEL MIRANDA
Admirado Colega:
Es probable que tú, o tu venerable padre, el Maestro Luis Miranda, no tengan ya mucho que ver con los resultados de las subvenciones otorgadas por la Fundación Flamboyán ni con la Junta que las otorga. Pero sus voces tienen ecos que no caen en el vacío.
Si no me equivoco, esta prestigiosa Fundación se nutre con parte de los fondos que tu obra Hamilton ha generado en sus muchos años de éxito. La beca de Letras Boricuas fue creada para ayudar a los escritores puertorriqueños, tanto los de aquí como los de allá. Cuando fue anunciada, nos llenó a todos de gran entusiasmo, porque, como debes saber, los escritores puertorriqueños carecen de ayudas, espacios y subsidios para sus trabajos. Estas oportunidades que promociona la Fundación Flamboyán no tienen paralelo en nuestro país y son muy pocas y altamente competitivas en Estados Unidos, donde los puertorriqueños somos hijos de una «Isla de basura».
La convocatoria de este año de la estupenda beca Letras Boricuas se abrió por primera vez a los dramaturgos puertorriqueños de la Isla. Cuando la recibí, pensé que tú debías haber tenido una influencia importante en esta decisión, dado que eres esencialmente un dramaturgo, y tanto yo, como muchos otros dramaturgos puertorriqueños te consideramos un colega hermano.
Yo mismo me encargué de repartir la convocatoria a más de 50 dramaturgos activos de Puerto Rico. A todos los animé a aplicar: envié correos, llamé por teléfono, expliqué los pasos para llenar los formularios y hasta certifiqué, con mi nombre y el de mi Instituto Alejandro Tapia y Rivera, la pronta publicación de muchos de ellos que hemos venido realizando con los escasos fondos privados que conseguimos. (El Instituto Alejandro Tapia y Rivera es un instituto dedicado a la defensa y divulgación de la dramaturgia puertorriqueña de la Isla y la diáspora, que te invito a conocer en www.institutoalejandrotapia.org y que lleva el nombre del más importante dramaturgo de nuestra historia)
Pero, cuál no ha sido nuestra sorpresa —la mía y la de todos a los que invité a participar— al descubrir que solo se ha considerado a un colega dramaturgo como ganador de la beca de este año. Uno solo, de más de 25 que deben haber solicitado. Mientras, los poetas, los narradores y los novelistas ya han disfrutado de cuatro ediciones ¡desde el 2021!, siendo subvencionados más de 60 escritores boricuas: ¡MÁS DE 60 ESCRITORES CONTRA UN DRAMATURGO!, -que bien merecido debe tenerlo-, pero ciertamente no deja de sorprendernos este severo golpe a nuestra estima como escritores de teatro que fuimos convocados por primera vez a esta solicitud.
Te soy muy franco, colega, nos sentimos que fuimos convocados a un engaño.
Y no soy el único -por viejo y atrevido que soy- que lo ha manifestado. Lin-Manuel, colega, tú eres dramaturgo. Eres un dramaturgo puertorriqueño. Tú mismo lo has dicho y te has arropado orgullosamente con nuestra mutua bandera, logrando grandes éxitos y reconocimientos de públicos exigentes en Estados Unidos. Por esa sangre y ese suelo que nos une, te pido que lleves en tu nombre y en el nuestro, un enérgico reclamo a la Fundación Flamboyán, para que a través de ti se consolide una edición de becas PARA LOS DRAMATURGOS PUERTORRIQUEÑOS DE LA ISLA Y DE ESTADOS UNIDOS que deseen solicitarla, sin que tengan que competir con más de 400 poetas, cuentistas y novelistas en cada edición.
No estamos reclamando un privilegio ni una superioridad, sino equidad. La dramaturgia, y esto es innegable, no es solo la voz de un autor, también es la voz de un pueblo. El teatro es la memoria de la civilización y de aquellos que la han construido con sus contradicciones y sus heroísmos. No merecemos ser menos. Y, acá entre nos, pienso que es tu deber en solidaridad con la patria que te ha dado tu nombre. Estoy seguro de que tu padre —a quien conocí recientemente— recuerda cuando le dije: “Dígale a Lin que no se olvide de nosotros”. Y esto, porque quien está arriba, siempre debe acordarse de los que están abajo. Y ha sido tu obra la que promovió estas necesarias y tan importantes y prestigiosas ayudas a la creatividad nacional. Recibe siempre mi admiración y mi orgullo por el excelente trabajo que haces por nuestro arte y por tu país.
Y aquí quedamos a tus órdenes, en tu patria.
Roberto Ramos-Perea, Dramaturgo Puertorriqueño