Imagen: Nore Feliciano (Foto por John Sosenko / Suministrada)
Por: Luis Echevarría
“Saber que hay gente que le gusta mi música, que la escuchan y que la disfrutan, es simple y sencillamente para mí un regalo” – Nore Feliciano
Entonces a los diez años… Mi papá es músico de toda la vida; es director de una orquesta de salsa que se llama Zaperoko, y desde pequeña estuve expuesta a todo tipo de géneros musicales, desde salsa, jazz, sudamericana, y pasando por toda la música afrocaribeña que te puedes imaginar. Mi papá escucha música hasta altas horas de la noche. En casa trataron de que yo cogiera clases de violín, de piano, pero no pegaba pie con bola con esos instrumentos hasta que finalmente desistieron y entonces me canalizaron hacia el área del deporte como el tenis y en mi adolescencia practiqué halterofilia que es levantamiento de pesas a nivel olímpico.
Pero yo amaba mucho la música y hacía mi propio mundo con el radio. Entonces a los diez años fue que me dio una inquietud de aprender a tocar la guitarra por mi cuenta y a cantar. Para el tiempo que estaba en la escuela intermedia y superior, me sabía un montón de canciones lo que ahora se llaman “covers” principalmente las canciones de Ednita Nazario, Shakira, Draco Robi Rosa y mucha música en inglés. Por cierto, hicimos una banda de rock en la escuela donde tocábamos “covers” a todo lo que da.
Mi entrada a la música…. Al entrar a la Universidad de Puerto Rico, comencé a estudiar periodismo, comunicaciones y simultáneamente tomaba clases de guitarra clásica en el programa de jóvenes y adultos que tiene el Conservatorio de Música. Esto me ayudó un montón a entender el aspecto técnico del instrumento. Uno de mis pasatiempos era sacar canciones de música brasileña porque vivo obsesionada con la música de Brasil y fui descubriendo ese universo de la música brasilera. Aproveché que estaba en la universidad para coger clases de portugués y aprendí portugués.
Al terminar la universidad trabajé en el periódico universitario Diálogo y la directora del periódico me dice: “Nore Feliciano, tú que te sabes tantas canciones de Brasil ¿tocarías profesionalmente?, pues tengo unos amigos que tienen un restaurante brasileño se llama Bosa Nova en la Placita de Santurce y están buscando a alguien que toqué música de Brasil y pensé en ti”. Y fue allí donde comencé a tocar profesionalmente en mi vida.
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Y empezó lo que es verdaderamente mi carrera hasta el día de hoy… Un día mi papá me llamó para tocar en una actividad donde canté dos canciones y se me acercó un músico pianista que se llamaba José Lugo. Un músico excepcional que fue productor musical de Gilberto Santa Rosa, y me dice, “oye tú eres la hija de Zaperoko, no sabía que cantabas. ¿Tú tienes composiciones tuyas?”. Le dije; “que he querido hacerlo, pero no tengo nada por ahora”. Y me pregunta si algún día me gustaría grabar y le dije que sí pero ahí quedó la conversación. Varios meses después mi papá me llama y me dice que acaba de recibir una llamada de José Lugo para decir que acaba de abrir un estudio de grabación en Fajardo y que le encantaría que grabara algo en el estudio.
Me quedé sin palabras. Pasaron varios meses, lo llamé y le presenté las tres canciones Azul y Miel, No Tengo Dudas y Falsas Promesas que era una Bossa Nova. Para mí, esto fue muy importante porque comencé a descubrir y a desarrollar mi estilo. Comencé a pensar en la música de otra manera. José consiguió excelentes músicos para acompañarme y fue así como comenzó mi proceso de escribir canciones y grabarlas.
En constante evolución…El primer disco fue Nora en 2013 y luego Miles de Palabras en 2018. Una como artista, está en constante evolución, y los seres humanos estamos en evolución diariamente. Trabajé en un programa de televisión que se llamaba “Música Para Tus Oídos” que lo transmitían en el canal 6. El programa tuvo dos temporadas y terminé grabando alrededor de trece canciones. Eso consta como un disco completo (entre risas). Todo esto está disponible por internet y son canciones de mi autoría.
Con La Banda Acústica Rodante que está compuesta por: Tito Auger, Rucco Gandía, Mikie Rivera, Walter Morciglio, y yo. Hemos cumplido seis años y grabado dos discos. El primero fue uno conceptual sobre la vida de Rafael Cancel Miranda y La Banda Acústica Rodante Volumen Uno. También he compuesto música para otra gente, y la música para una obra de teatro que se llama Lolita una obra inspirada en Lolita Lebrón.
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Un cantautor hoy en día… Ahora mismo para los cantautores como yo, casi siempre los lugares para presentarse son los restaurantes, o las barras pequeñas que tienen el espacio disponible para presentaciones artísticas. También existen lugares como Kantares y la Fundación Nacional Para la Cultura Popular, pero son pocos los espacios existentes. En la radio es muy difícil entrar, con excepción de Radio Universidad y Radio Oro, aquí a los artistas locales como yo no nos programan. Si tuviéramos el apoyo de los medios entonces tendríamos más oportunidad de tocar y que nos conozcan. La manera para llegarle al público es por las redes sociales, donde estoy muy activa.
Nosotros los artistas independientes tenemos que enfocarnos en los nichos, creo que de esa manera llegaremos a más público. Porque en la medida en que alguien sale emocionado y satisfecho de haber visto y escuchado música distinta, música nueva bien cuidada bien trabajada se va a ir regando la voz y más seguidores vas a tener. He podido crear mi propio público. Por eso gran parte de lo que estoy haciendo es produciendo eventos bien específicos, es mejor así.
Una pregunta más a Nore Feliciano ¿Qué es lo que tienes en planes?… La música te brinda la oportunidad de conectar con personas que de otra manera jamás conocerías. Saber que hay gente que le gusta mi música, que la escuchan y que la disfrutan, es simple y sencillamente para mí un regalo. Estoy terminando el disco Miles de Palabras que fue un EP grabando las otras canciones que me faltaban. Voy a seguir trabajando en teatro. Este año pasado tuve mi primera experiencia trabajando en teatro que fue Lolita, en la cual comencé haciendo la música y me dieron un rol como actriz.
Con la obra fui a Cuba, a Chicago, a Philadelphia, a Boston, a Nueva York y este año, muy probablemente en marzo, vamos a California. También está en proceso una nueva obra teatral sobre mujeres ilustres que ha tenido Puerto Rico en la cual estaré a cargo de la producción técnica y mi próxima producción musical la voy a trabajar con mi papá. Voy a cambiar de concepto, me voy a acercar a la música afrocaribeña. Voy a dejar un poco el pop y voy a entrar en lo que ha sido parte toda mi vida. Se me ha abierto un mundo totalmente diferente.
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