Imagen: Arturo Alfonso Schomburg.
La Academia Puertorriqueña de la Lengua Española (ACAPLE) ofrecerá, como parte de su programa de seminarios virtuales, el titulado “Tres figuras fundacionales de nuestra literatura diaspórica”, que estará a cargo de la Dra. Carmen Dolores Hernández. Se transmitirá por Zoom los martes 11, 18 y 25 de abril y 2 y 9 de mayo en horario de 7:00 p.m. a 9:00 p.m.
Tras reflexionar sobre el rol de la ciudad de Nueva York en el desarrollo de una literatura escrita fuera de la Isla por puertorriqueños que se trasladaron desde finales del siglo XIX, a esa gran ciudad, el seminario presentará a tres escritores que iniciaron una tradición literaria alterna a la literatura canónica puertorriqueña: Arturo Alfonso Schomburg, Bernardo Vega y Jesús Colón.
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Decidido a desmentir la afirmación de que “los negros no tienen historia”, Schomburg se adelantó por décadas a los reclamos de igualdad de las personas de raza negra no solo en Estados Unidos, sino en el mundo. Nacido en 1874, emigró a Nueva York en 1891. Dedicó su vida a documentar las contribuciones de los negros a la cultura universal recopilando escritos y documentos de todo tipo que probaran su posición. Su colección constituye la base del acervo que conserva el Schomburg Center for Research in Black Culture de Nueva York.
En sus viajes de investigación, descubrió a figuras como Juan de Pareja. Esclavo y ayudante de Diego Velázquez y pintado por este (el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York inaugurará el 3 de abril de este año una exhibición de su obra). También escribió del pintor Sebastián Gómez. Esclavo y ayudante de Murillo, y de la Hermandad de Negros de Sevilla, cofradía que aún existe en esa ciudad. Los escritos de Schomburg sientan las bases de la temática racial, una constante en la literatura de la Diáspora.
Bernardo Vega, nacido en 1885 en Cayey. Emigrado a Nueva York en 1916, quiso demostrar que los puertorriqueños en los Estados Unidos también tienen historia. Conocido hasta hace poco por sus Memorias (1977), publicadas, en edición de César Andreu Iglesias. La publicación en línea el año pasado de su manuscrito original, titulado La familia Farallón, ha permitido conocer más ampliamente el momento de principios de siglo en que la comunidad puertorriqueña se estableció en Nueva York. Además de su actividad durante los años finales del siglo XIX. Cuando cubanos y puertorriqueños se unieron para luchar contra el dominio español de las Antillas. En su obra, Bernardo Vega establece otro fundamento de la literatura diaspórica: la memoria individual y la colectiva.
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Los escritos de Jesús Colón -periodista, escritor, activista político- son igualmente fundamentales para nuestra literatura en Estados Unidos. Nacido en 1901, viajó de polizón a Nueva York en 1917, donde -además de ejercer todo tipo de empleos- se convirtió en un líder comunitario de los boricuas. Participando además en la política estadounidense del momento. Sus crónicas periodísticas proveen un comentario analítico, incisivo y creativo de la comunidad puertorriqueña de la ciudad. Colón fue también ensayista analítico de los eventos mundiales y de las dos Américas. Sus escritos, teñidos de un humor irónico, proveen el elemento de crítica y comentario que será una constante en la literatura puertorriqueña de Estados Unidos.
Para más información sobre el seminario de literatura diaspórica, favor comunicarse con la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española: www.academiapr.org