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Luis Celedonio Nebot Padilla: soltando nudos y atando cabos sueltos sobre su obra periodística (1834-1837)

Luis Celedonio Nebot Padilla

Himno de Puerto Rico

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Hace diecinueve años que el dramaturgo, escritor, actor y periodista, Roberto Ramos-Perea, dio a conocer lo que es considerado hoy como el origen de la literatura puertorriqueña. Con el estudio preliminar de Ramos-Perea, el Ateneo Puertorriquño publicó, en 2005, el libro titulado Celedonio Luis Nebot de Padilla, Obras Encontradas, entre ellas Mucén o el triunfo del patriotismo,1833. Este trabajo dio a conocer, por primera vez en el siglo XXI, la obra de Celedonio Luis Nebot Padilla, como el autor del Primer Libro Puertorriqueño y la Primera Obra de Teatro Puertorriqueño.

A veces las cosas aparentan ser lo que no son. A primera vista, en un espejo de reflejos entre luz y sombra, vemos pedazos de una esencia. Piezas de un rompecabezas, con las cuales construimos un relato, sea cuento o historia, productos de fantasía y realidad. Hilvanamos este tapiz de palabras con hilos de recuerdos, memorias y eventos y hacemos historia. Algunos hilos son fuertes y resisten el tiempo, no se quebrantan; mientras, otros frágiles, desaparecen o bailan al vaivén de la melodía del tiempo.

El propósito de este ensayo sobre Celedonio Nebot Padilla es aclarar omisiones y errores. El propio Ramos- Perea reconoce que hay mucha información desconocida sobre la vida y obra de Celedonio; por ende, mi interés consiste en desatar nudos, y atar cabos sueltos de la vida periodística de Celedonio, su relación genealógica con José Gualberto Padilla, y aclarar la confusión de la identidad de Luis Celedonio en el uso de su nombre propio.

No creo en coincidencias, su valor dibuja la posibilidad o la conjetura de una historia. Una coincidencia relata sucesos fortuitos sin conexión entre ellos. No puede determinar la relación entre causa y efecto. Dos sucesos similares sin tener una relación causal revela la falacia del non sequitur (lo que no sigue de algo).

Esta presentación no intenta hacer un análisis de la obra literaria de Luis Celedonio Nebot Padilla, sino revelar su trabajo periodístico, hasta ahora desconocido. Para desatar nudos, atar cabos sueltos, corregir errores y abrir un nuevo camino se publicará también el trabajo investigativo de esta autora titulado Luis Celedonio Nebot Padilla: Una Biografía Documentada (1815-1865). Se aspira encender una mecha para iluminar y revelar la historia personal poco conocida de Luis Celedonio Nebot Padilla con el propósito de estimular futuros estudios de esta figura tan importante en la literatura puertorriqueña.

El escritor argentino, Andrés Newman nos recuerda que toda familia camina sobre ficciones. Nuestra historia y vivencias están llenas de fracturas. Desechamos y olvidamos las partes rotas sin repararlas.  La antigua práctica japonesa Kintsugi repara las fracturas de una cerámica rota. Unir las piezas rotas sirve de metáfora que transforma las fracturas en algo más incluso y hermoso. Nos regala memoria, un nuevo significado, y añade ruta al camino. Une fracturas y grietas sin descartar los pedazos. El recuerdo permanece y se integra al eje de ser y de lo que somos. Buscamos la unión y nuestra capacidad de armonizar la historia. Fuerzas que nos unen.  Reparar las grietas y alcanzar la memoria honesta del pasado para reconocer la armonía en el Gestalt.

Luis Celedonio Nebot Padilla
D. Celedonio Luis Nebot, 1833 Obra de Teatro

Luis Celedonio Nebot Padilla nació el 2 de marzo de 1815 en San Juan y murió a los 50 años el 1 de abril de 1865 en Málaga, España. Nebot Padilla salió de Puerto Rico para iniciar estudios en Valencia, en donde estableció vínculos sociales con sus compañeros estudiantes, amigos, y otros contactos durante cuatro años de estudios en el Real Seminario de Nobles. Pertenecía a una generación que Luis Tramoyeres (1880) calificó con el apelativo de “juventud ilustrada” motivada a rendir culto a las letras y a la política. En pleno inicio, el joven adulto, lleno de esa vitalidad idealista, se compromete ante el abuso del gobierno a levantar su voz, iniciando su trabajo periodístico de protesta satírica.

Despojándose del sistema feudal, la burguesía española progresista, coexistía bajo el control del gobierno y la aún vigente Constitución del 1812, dentro de un clima de censura, persecución y represión política. En la tercera década del siglo XIX el descontento dividía a los que apoyaban un gobierno regido por la tradición del antiguo régimen y otros que apoyaban la defensa de la libertad y la monarquía constitucional. La pugna ante el abuso y en particular el descontento sobre la regencia y conflicto dinástico de España desató la Sublevación de La Granja de San Ildefonso en España en agosto de 1836.

La regente María Cristina de Borbón restablece la Constitución de 1812 y nombra un gobierno liberal progresista. En un clima en donde la prensa había sido censurada con mordaza o eliminada, resurgen las ideas progresistas. Haciendo eco a los principios de carácter republicano, Satanás inició su publicación en 1836. Convirtiéndolo en un periódico implacable, crudo, fogoso y rebelde contra el gobierno y las abusivas ordenanzas reales.

Portada del Periódico el Satanás.

Luis “Celedonio” Nebot de Padilla fue el redactor del Satanás desde su inicio el 1 de noviembre hasta finales del 19 de diciembre de 1836.  Nebot Padilla se autodefinió en la publicación del Satanás el 16 de noviembre de 1836, de esta manera:

Confieso, (porque soy ingenuo y en eso de la ingenuidad ni los Ministros me ponen el pie) que en mí sentir el gobierno republicano puede tan bien o mejor que cualquiera otro ofrecer sólidas garantías al pueblo, y tender a la prosperidad de la nación; pero tampoco se me oculta, y lo propio le sucederá al que tenga un jeme de mollera, que tanto como nos sobra para volver a un régimen tiránico y buscarle los cuatro pies al gato, nos falta para adoptar un sistema republicano.

Poniendo sal a la llaga del descontento, el uso de la caricatura del Satanás para ilustrar su portada desató la crítica y la brutal censura del gobierno y el prelado religioso. Un ejemplo dramático, anticlerical e irreverente se puede observar en el dibujo que ilustró la publicación Satanás, en 1836, con la cita siguiente:  No tememos a un infierno lejano (…) Sí, al infierno que está en España. Esta caricatura dibuja la figura del demonio Satanás con dos orejas largas, puntiagudas y dos cuernos pequeños en la frente. Su boca cerrada luce una morbosa sonrisa. Los brazos extendidos abren dos alas grandes de murciélago y en cada puño de su mano lleva un flagelo o instrumento para azotar.

Su rabo largo enrollado atrapa dos figuras masculinas suspendidas en el aire. A su derecha tiene enroscado a un hombre endótrofo (representando tal vez burguesía) y a su izquierda a un hombre ectótrofo de apariencia más distinguida, (representando, tal vez, la aristocracia). El torso de Satanás es musculoso, y de la cintura a los pies deja de ser humano. El abdomen y muslos están cubiertos de escamas/plumas y las piernas son patas de ave rapiña con garras puntiagudas. La garra izquierda atrapa a una figura humana y la derecha lleva un objeto amorfo. La caricatura dramática conjura miedo y violencia.

En otras publicaciones, Satanás ilustró a un demonio que no provocaría el miedo o la aversión de la caricatura anterior. En la viñeta nueva el demonio semidesnudo, de cuerpo humano (excepto por el rabo y cuernos) aparentaba una cordialidad fatua, sin la amenaza o violencia anterior. La mano diestra agarraba su cola y su mano siniestra señalaba el camino a tres hombres (tal vez representando) un ministro/caballero con sombrero de copa, un labrador y un estudiante. La caricatura presentaba el siguiente mensaje:

Quien contemplando me esté

Haga una cruz al demonio

Y veinte a los que aquí vé.

Muchos de los periódicos publicados durante el siglo XIX no sobrevivieron porque fueron denunciados por razones políticas y religiosas. El argumento central de Nebot Padilla en Satanás fue la defensa de la soberanía popular. D. Celedonio Nebot de Padilla y D. Jaime Ample Fuster fueron los dos directores convertidos en el blanco de disparo de fogosas persecuciones que acabaron con la publicación del referido periódico Satanás. 

Este periódico se vendía en las calles de Valencia todos los días menos los jueves, y llegó a publicar 121 ejemplares. El fiscal de imprentas denunció con cargo de sedición la publicación y prohibió la venta del núm. 41 del 18 de diciembre de 1836, adjudicando responsabilidad al único redactor D. Luis Celedonio Nebot de Padilla, vecino de Valencia, y residente en la calle del Empedrado, 32. El segundo redactor fue Jaime Ample Fuster desde finales de enero hasta la última publicación el 24 de marzo de 1837.

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Según la publicación en la Gaceta de Madrid, el jueves, 2 de febrero 1837, el juicio público contra D. Luis Celedonio Nebot de Padilla fue celebrado el 24 de enero de 1837 por el juzgado de primera instancia de Valencia, bajo la dirección del Dr. D. Pablo Jiménez de Palacio.

En ausencia y rebeldía de D. Luis Celedonio Nebot de Padilla, que resultó ser la persona responsable de aquel impreso de cuatro artículos contenidos en el núm. 41 del periódico titulado Satanás, el jurado absolvió a Nebot de Padilla en cuanto a los dos últimos artículos, y calificando los dos primeros en sediciosos en tercer grado, dicho Sr. juez aplicó la ley, condenando al precitado D. Luis Celedonio Nebot de Padilla en la pena de dos años de prisión con destino al castillo de Peñíscola.  La disposición decretó la privación de honores y empleos, si los tuviere contra el joven de 22 años, Luis Celedonio Nebot de Padilla.

Luis Celedonio Nebot Padilla: Variacion de su nombre en el inicio y su firma al final de la carta que escribió al finalizar sus estudios en España para obtener pasaporte de regreso a Puerto Rico en 1832. (Archivo Personal de Yolanda Suárez-Crowe)

A poco tiempo transcurrido, el lunes 13 de febrero de 1837, el periódico, El Mundo Diario del Pueblo, publicó el asombroso desenlace judicial en el caso de Luis Celedonio Nebot de Padilla. Don Mariano Bajo, juez, primero de primera instancia de la ciudad de Valencia, examinó la decisión judicial contra Nebot de Padilla. Señaló como precedente que durante el juicio anterior, doce jueces calificaron de hecho con la fórmula de absuelto a Nebot de Padilla. Don Mariano Bajo declaró absuelto a Luis Celedonio Nebot de Padilla y finalizando los trámites prescritos por ley. Además aseguró que el procedimiento judicial no causaría castigo o desdoro alguno al joven periodista, “ni en su buen nombre ni en su reputación”.

Terminada la pesadilla legal a principios del 1837, al ser declarado absuelto y libre de ir a prisión. Luis Celedonio Nebot Padilla empuñó su pluma y publicó en Madrid su obra, El Ánima de Fígaro, a finales del mismo año. El tono literario entre el neoclasicismo tradicional al romanticismo caracterizó la obra de este autor. Habiendo sido víctima de persecución y el terror que causó el cierre de su periódico, Luis Celedonio no detuvo su pluma militante, ante los golpes que recibió. Vertiendo valor y patriotismo, continuó su lucha y defensa contra los abusos del gobierno.  Su tono, más introspectivo y mesurado por el trauma en su memoria reciente, escribe: “Noche tan horrorosa estaba destinada, por mis pecados, sin duda.

Nebot Padilla describe la ansiedad y miedo que anticipaba de ser encerrado en la prisión del castillo de Peñíscola. Sin embargo, su destino cambia y lo despierta de la pesadilla. Renace, romántico, cínico, su ánimo tornado, declara: “(Es) época de felicidad i progreso…majia”. Su obra El Ánima de Fígaro es autobiográfica, detallando su vida, pesares, sentido de culpabilidad y responsabilidad de sus convicciones. Su madurez en el Ánima de Fígaro renueva esperanza, frente a Dios. Además simbólicamente se revela ante la estatua de Cervantes, cuyo Quijote simboliza la magia de soñar dentro de una injusta realidad.

En El Ánima de Fígaro, Nebot Padilla describe su tortura, “el fallo de la corte de los seis y otros (doce en el jurado) en su contra, designándolo culpable con pena de dos años de cárcel”. Cabe mencionar que Luis Celedonio evitó estar presente en la corte. Su paradero era desconocido. Anticipando las consecuencias dolorosas para su familia, el joven se atormentaba.

Reuniéndose la corte en una segunda e inesperada vista, Nebot Padilla relata: “Ardió Troya… la Aurora de felicidad transformada en noche con eclipse de luna para los periodistas y escritores… En el 36 resucitó entre sangre; el 37 volvió a morir entre reglamentos”. Refiere el autor el final del 1836 y principios de 1837, cuando se censura la publicación del Satanás, y se adjudica cargo de sedición contra él. Pero en un abracadabra como arte de magia y en menos de dos semanas de su dictada sentencia, Luis Celedonio fue declarado absuelto.

El joven periodista recobró el tesoro que había perdido; sin embargo, la censura de prensa continuaría. Temeroso de perder lo que recobra, Luis Celedonio revela haber seguido el impulso de otra tormenta. Recuperada su libertad, es más cauteloso por el bien de la patria, como dice en Fígaro. Descubre que debe defender y evitar el silencio sin que lo lleve de mordaza a muerte. Elocuentemente, en el Ánima de Fígaro declara: … no contestar pulsando tan fuertemente en la misma cuerda, que venga a romperse en mis manos…// y me ocasione algún dolor… los mismos principios nos dominan, que bajo el mismo pie caminamos… . De esta forma se disipan nubes, el alba de la esperanza alumbra y sin tormenta.  El nuevo militante formado en trinchera de fuego aprende a usar su escudo cuando empuña su espada.

Luis Celedonio Nebot Padilla: Variacion de su nombre en el inicio y su firma al final de la carta que escribió al finalizar sus estudios en España para obtener pasaporte de regreso a Puerto Rico en 1832. (Archivo Personal de Yolanda Suárez-Crowe)

Finalmente, dentro de este marco combativo con lira en la pluma, es importante señalar el paralelo entre Luis Celedonio Nebot Padilla y su primo hermano, José Gualberto Padilla, “El Caribe”. Como descendiente directa del tronco Padilla me encantaría poder asegurar a los lectores que Celedonio y José se conocieron.  No creo, haya sido realidad, pero asombra la comparación entre ellos, por genealogía y vivencias que compartieron en un mundo paralelo. La querida tía de Celedonio, Doña María del Carmen “Cresencia” Padilla Córdova fue madrina a su vez del bautismo de su otro sobrino, José Gualberto Padilla. Por sus venas corrió la misma sangre compartida del tronco del apellido Padilla, oriundo de Zuheros, España.

Iniciando sus vidas en San Juan, Puerto Rico, Celedonio y José comparten las tempranas enseñanzas, dentro del hogar caribeño, el amor a su idioma, cultura, familia y religión.  Ambos viajan a España en la insipiente adolescencia para cursar sus estudios.  Celedonio partió a España cuando José Gualberto tenía pocos meses de nacido. Quedaron huérfanos de padre durante el curso de sus respectivos estudios en España. Quedaron viudos en el primer matrimonio. Ambos sufren persecución, incluyendo condena a cárcel por defender los derechos humanos contra el despotismo del gobierno vigente, quedando libres a poco tiempo. Interesante observar que Celedonio y José fueron periodistas.

Desafortunadamente, se desconoce la existencia de algún ejemplar del periódico La Esperanza que publicó José Gualberto Padilla en España para ayudar a sufragar sus estudios en Medicina. Mucho se ha perdido, incluyendo los mencionados versos eróticos de José Gualberto. Sin embargo, a pesar de la censura y destrucción de la publicación del periódico Satanás, de Luis Celedonio Nebot de Padilla, al menos quedaron varios ejemplares.  Anticiparía que toda la obra de Luis Celedonio no se ha recuperado todavía. De los versos que escribió, son pocos los identificados. Algunos de ellos, especialmente los religiosos, fueron guardados en conventos bajo autoría anónima.

Con orgullo y concluyendo este relato, Luis Celedonio Nebot Padilla y José Gualberto Padilla Alfonso lucharon por los derechos individuales de justicia y libertad ante la persecución tiránica del gobierno español. Nos dejaron el tesoro de la palabra escrita, siendo ambos reconocidos pioneros del inicio y desarrollo de nuestra literatura puertorriqueña en el siglo XIX.

Himno de Puerto Rico

Comments 1

  1. Avatar Kings Court # 52 apt 1 A Elsa says:

    Mi querida prima Yolanda Suarez ha hecho una investigación magnifica , y ha descubierto que nuestro tatarabuelo ,José Gualberto Padilla El Caribe ,es primo hermano de Luis Celedonio, pero adicionalmente ha descubierto las vidas paralelas ,Y, no sabia del parentesco entre Celedonio y nuestro tatarabuelo Jose Gualberto PADILLA , has descubierto algo nuevo, y que bueno que tu investigación corrige errores de omisión, sobre esta relación y su similitudes en los detalles biográficos y las acciones patrióticas de ambos personajes que defendieron sus principios desde la sátira, y PODER conocer ahora la vida de Celedonio donde estudio y su trabajo periodístico , Y que Luis Celedonio, es un mismo personaje , no son personas diferentes. que tuvieron, los invito a leerlo.

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