Imagen: Trío Vegabajeño. La Canción Popular. Revista de la Asociación Puertorriqueña de Coleccionistas de Música Popular (1987). Colección Puertorriqueña Biblioteca Universidad de Puerto Rico.
El mundo de la música ha cambiado considerablemente durante los pasados años, sin embargo, en Puerto Rico aún se conoce y reconoce el innegable talento del Trío Vegabajeño que marcó una época en la música popular puertorriqueña. Este trío musical es uno de los más conocidos y considerado como uno de los primeros en marcar la escena musical en América.
Sus inicios fueron de manera informal en el campamento militar de Tortuguero en el 1943, donde coincidieron los empleados civiles, Fernandito Álvarez, Octavio González y Benito de Jesús. Al poco tiempo se presentaron por la radio donde en el programa del locutor Rafael Quiñones Vidal donde fueron oficialmente como el Trío Vegabajeño. Dos años más tarde (1945), el ejército estadounidense reclutó a Octavio González, y su lugar se ocupó por Pepito Maduro, un extraordinario cantante y compositor humacaeño que fue finalmente la pieza para establecerse en Puerto Rico en la modalidad de canto a tres voces.
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La primera pieza grababa a tres voces por el Trío Vegabajeño se produjo en 1946, cuando Lucerito de plata, El amor del jibarito, Fichas negras y En mi Viejo San Juan eran las encargadas de marcar la pauta y que sentaron un precedente dentro de la historia musical de Puerto Rico. El ensamblaje de voces y guitarras de este trío les permitió crear un sonido único que coincidió con el período en el que Puerto Rico y el resto del mundo aceleraban su transformación social modernizando y urbanizando el entorno físico tras la postguerra. Estos cambios y reformas no le permitieron al Trío mantenerse en la industria.
En sus períodos de popularidad, el Trío Vegabajeño llegó a alcanzar los más aclamados escenarios de las comunidades hispanas en Estados Unidos. Especialmente Nueva York, una de las plazas con mayor recibimiento para el trío y su propuesta musical.
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Para el año de 1952, la música influenciada por la corriente panchista (Los Panchos) que se expandía de manera sorpresiva por toda Latinoamérica llevó a que la agrupación sufriera una renovación del “requinto” de la mano del destacado músico Jorgito Hernández que ofreció éxitos a la agrupación convirtiéndolo en una gran leyenda de la música en Puerto Rico.
Fernandito Álvarez se caracterizaba por su particular voz y estilo distintivo y valioso dentro de los tríos de Latinoamérica. Por su parte, Pepito Maduro es poseedor de una de las voces más hermosas de Puerto Rico. En las que sobresalieron composiciones como Lindo Querubín, Castígame señor, Triste camino, entre otras.
Por último, Benito de Jesús un puertorriqueño de destacada composición que se grababan y cantaban en el mundo de habla hispana de manera regular. Incluso por el cantante colombiano Charlie Záa que popularizó varias de sus canciones en el mundo. Actualmente, el Trío Vegabajeño es recordado como el trío nacional de Puerto Rico y sus composiciones están presentes en cada celebración especial.
