Sin duda el arte culinario es uno de los medios con mayor alcance al público. Su conexión a la cultura, participación como musa y habilidad para narrar historias son cualidades experimentadas diariamente. Más allá de satisfacer una necesidad humana, existe un elemento de pasión que vive y se manifiesta a través de las manos de quienes preparan estas obras. Una pasión cuya misión es proveer una experiencia gustativa y elevar la comida a través de la creatividad.
Jonathan Meléndez, el chef de cuisine de Casa Mono, restaurante ubicado en Manhattan y galardonado por 13 años con una estrella Michelin comenta: “Todo en la vida envuelve comida, es el diario vivir. Para un chef, satisfacer con consistencia es nuestro motor. La cocina es emocionante, se comporta como un barco pirata, necesitas ajustarte y anticipar lo inesperado. La creatividad culinaria es lo que se utiliza para trabajar las expectativas de la comida diariamente”.
Los elementos románticos que carga el arte culinario han inspirado múltiples producciones que buscan capturar y exaltar su libertad creativa, la fantasía y sus sentimientos. Traduciendo las historias, años de preparación y las intenciones detrás de cada plato; de alguna forma u otra nos recuerdan que esta profesión va más allá de un mero acto cotidiano. Pero, en la cocina conviven varias realidades y algunas exigen carácter, paciencia y sobre todo, humildad.
“Este mundo no es como en los programas. Tienes que estar preparado para cambios constantes (buenos y malos). Es la única industria en donde haces amigos por temporada; una combinación de intensidad y jugar un papel humano completo (chef, psicólogo, administrador, etc.). El tiempo libre se convierte sagrado”.
“Es mucho más que solo cocinar, la cocina en ocasiones es hostil, física y caótica. Hay que aprender a conservar su esencia, por eso el desarrollo se convierte muy individual al pasar los años. Esto me lo trajo la humildad y el compromiso a largo plazo, yo nunca pensé ser chef de cuisine. Por eso siempre busco crear un espacio de confianza en donde los otros chefs creen y presenten sus ideas, con la oportunidad de añadirlos al menú. Intento implementar una estructura diferente, no hay lugar para el ego”, comenta Jonathan Meléndez.
También, con el desarrollo profesional vienen cambios en inspiración y metas, evolucionando de una mirada unidireccional a una mucho más amplia y con propósitos colectivos. “Quiero conocer a más boricuas que estén creando y ver cómo regresan a ayudar. Estamos en todos lados, hay necesidad de exponerlo y de proveer oportunidades para que hagamos lo que hacemos pero en Puerto Rico. En esta etapa me emociona la idea de regresar a desarrollar y ofrecer experiencias culinarias con productos cien por ciento puertorriqueños. En fin, colaborar en la isla. Uno hace patria en donde sea, pero hacerlo en casa es diferente”.
Casa Mono, ubicado en Irving Place y 17th Street, es un restaurante de tapas inspirado en la cocina de Costa Brava en España. Desde el 2009 ha sido galardonado con una estrella Michelin. Jonathan Meléndez se convirtió en su chef de cuisine en el 2021.
