Aunque el tema de la inteligencia artificial (IA) está muy popularizado ahora en los campos científicos e informáticos, la realidad es que no es un concepto nuevo. Durante la década del 1950 el científico y matemático británico Alan Mathison Turing planteaba la idea que las máquinas serían capaces de pensar. Casi 70 años después, ya se puede definir la IA como la rama de la informática que crea programas que puedan imitar la inteligencia humana con el propósito de realizar tareas.
Se tratan de programas de computadoras, robots o máquinas que puedan llevar a cabo acciones de manera autónoma con el fin de generar resultados y objetivos. En años recientes, se han desarrollado algoritmos y aplicaciones capaces de hacer cualquier tipo de tarea, que han beneficiado a diferentes disciplinas y sectores de la sociedad, como la academia, las artes, la publicidad, el derecho, la medicina, la arquitectura y las comunicaciones.
En Puerto Rico, varias organizaciones y entidades académicas ya están muy alertas sobre las implicaciones, los beneficios y los retos que representan las tecnologías nuevas de IA en la actualidad.
Por ejemplo, recientemente la Asociación Puertorriqueña de Profesores de Francés (APPF) llevó a cabo su asamblea general y coctel anual en el restaurante Bistro de París en Santurce. En la misma participaron los panelistas-profesores Patrick André Mather (Universidad de Puerto Rico – APPF), Joel Morales (UPR-Rio Piedras), Madeleine Vala (UPR- Río Piedras) y Lorraine Juarbe (Universidad Interamericana- Derecho).
Titulada La inteligencia artificial: rol y desafíos, en la asamblea precisamente se discutieron temas relacionados a los retos y desafíos que enfrenta la sociedad actual ante las nuevas tecnologías de IA. Abordaron diferentes perspectivas, desde la educación hasta el derecho. Aunque la asamblea es de la asociación que reúne profesores de francés en la Isla, el evento fue uno enriquecedor ya que los presentes pudieron interactuar tanto en francés, como en español e inglés.
Anuncio
En el salón de clases…
El profesor de francés de la UPR y presidente de la APPF, Patrick-André Mather, dio la bienvenida a los presentes comentando sobre la inteligencia artificial y herramientas como ChatGPT y las polémicas que han empezado a estallar más recientemente. Entre ellas se encuentran incidentes como el del periódico The New York Times, que ha llevado a los tribunales a la empresa OpenAI por utilizar ilegalmente contenidos del diario para “entrenar” software de inteligencia artificial, y situaciones cotidianas como la de un abogado que utiliza el mismo servicio para redactar un dictamen jurídico.
“Moraleja: si utilizas ChatGPT para escribir un artículo, hay que comprobar las fuentes. En muchas ocasiones, las fuentes son incorrectas, o hasta inventadas. ¿Debe prohibirse o regularse el uso de la inteligencia artificial en las universidades? En mi opinión, esto no se puede prohibir. Explique a sus alumnos que los textos generados por ChatGPT son un primer borrador, pero que el texto debe ser trabajado y todas las fuentes deben ser comprobadas una a una”, expresó Mather.
Mather también indica que puede haber actividades “tradicionales” que se implementen en un curso académico con el uso de IA, como una tarea para la casa. “Se puede presentar como un ejercicio, para desarrollar destrezas de escritura, que también se pueden aplicar luego al uso de la inteligencia artificial, para revisar los textos producidos por ChatGPT”.
Por otra parte, la Dra. Madeleine Vala, profesora del curso Inglés de Honor, analizó en su presentación cómo identifica a los estudiantes que utilizan ChatGPT en el salón de clases y los problemas que plantea esta tecnología. “La dependencia de los estudiantes en la IA significa que no desarrollan el pensamiento crítico ni las habilidades interpretativas inherentes a una buena redacción de ensayos. Aunque ChatGPT escribe en un lenguaje elegante, el contenido suele ser demasiado general y carece de interacción textual específica”.
La Dra. Vala ofreció ejemplos de análisis de poemas en ChatGPT que eran sólidos en temas generales, pero incluían detalles incorrectos, a menudo con citas que no se encontraban en los poemas. Sostuvo que esta debilidad se puede aprovechar para mostrar a los estudiantes que ChatGPT es una herramienta falible y propuso algunas actividades en el aula que incorporan ChatGPT que los profesores pueden usar con sus estudiantes.
A preguntas de este medio sobre si la tecnología como la de ChatGPT, al igual que otras tecnologías que han surgido por las pasadas décadas, será un problema a nivel de la academia, la Dra., Vala opinó que se trata de una nueva herramienta tecnológica que al igual que otras como los motores de búsqueda (Google, Bing, etc…), terminará siendo un asunto que se podrá manejar y que será útil si se utiliza de manera correcta.
En cuanto al determinar plagio en trabajos académicos, la profesora comentó que contrario a herramientas como Google donde se puede determinar si hubo plagio o no, es mucho más difícil determinar si utilizas el ChatGPT.
“A través de Google se pone la frase de posible plagio y se busca, pero a través de ChatGPT, cada vez que se busca información con los mismos datos se consiguen respuestas diferentes. Nunca es lo mismo. No puedo probar que el estudiante cometió plagio con la AI. Ese es mi reto ahora. Yo puedo sospechar o darle una baja calificación porque el análisis no estuvo bueno”.
Derechos de autor y propiedad intelectual…
Por su parte, la Lcda. Lorraine Juarbe, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana, comentó sobre la IA desde el punto de la propiedad intelectual. A nivel de las artes, la cinematografía y la literatura, entre otras ramas creativas, han surgido un sinnúmero de controversias en cuanto a quién es el dueño o creador del contenido.
“Las legislaciones alrededor del mundo han establecido que solamente las personas humanas tienen derecho a inscribir una obra. Recientemente, con todas estas plataformas de inteligencia artificial que crean contenido, están presentando problemas a la hora de registrarse, porque la pregunta es ¿quién es el autor? Es importante saber quién es el autor, porque es éste a quien la ley le da el derecho de explotar la obra económicamente. El autor es el único que tiene la facultad de decidir para, cómo, cuándo y dónde se publica su obra… la oficina que maneja el copyright (derechos de autor) en Estados Unidos ha creado unas pequeñas guías tratando de establecer si la plataforma es un medio para crear o si es la plataforma la que está creando”.
El año pasado el sindicato de actores estadounidense (SAG-AFTRA) y el sindicato de guionistas (WGA, por sus siglas en inglés) mantuvieron al sector cinematográfico, especialmente a las casas productoras de Hollywood, en jaque con una extensa huelga. Una de las razones del paro fue precisamente el tema de la IA y sus repercusiones en los gremios de la industria de cine y televisión.
A preguntas sobre este tema, Juarbe expresó: “Una de las controversias que hubo en Hollywood era con los guionistas de películas y series de televisión; muchos son guiones originales que son de su propia creatividad, mientras otros convierten un libro en una película. La plataforma de IA (como ChatGPT) para ellos ha sido una amenaza, pero las casas productoras pudieron llegar a un acuerdo con las uniones”, señaló.
Juarbe opinó que aunque pudieron llegar a acuerdos, “todo ha sido provisional. Esto explotará de nuevo pronto, porque al guionista se le da su crédito, pero el autor y dueño de ese guion sigue siendo la casa productora en términos generales. Si la casa productora quiere ahorrar dinero en guionista, pues pudiese utilizar una de estas plataformas”.
El problema que tienen estas nuevas tecnologías ocurre cuando se utilizan para crear contenido. Se pueden utilizar para que ayuden a crear…. “Pero el problema es que tienen la habilidad de hacer el trabajo que se le pida; estas tecnologías recogen toda esta data y recrean algo, pero es una máquina. Estas plataformas se nutren de bases de datos que han sido creadas por otra persona, por lo que el producto de esa creación no es original”.
Para cerrar….
Hay un comentario que muchos repiten: la tecnología es beneficiosa si se utiliza correctamente. Desde inicios de la década del 1990 cuando fue abierto al público el internet o el World Wide Web, la sociedad mundial y los adelantos tecnológicos han corrido demasiado rápido y sin parar. Los celulares y las redes sociales han dado mucho de qué hablar sobre sus beneficios y peligros. Lo mismo ocurre con la IA: hay mucha tela por cortar en términos legales y éticos sobre si el intelecto humano podrá ser sustituido por una máquina.
Es interesante observar cómo hace más de 30 años se hablaba en los medios de comunicación sobre un tema que hoy se llama inteligencia artificial. La periodista Graciela Rodríguez Martino realizó una entrevista en 1992 para la revista Piso 13, titulada 13 Preguntas: la manufactura de la noticia. En la misma, entrevistó a Sylvia Gómez y a la recién fallecida Jennifer Wolff sobre varios aspectos del periodismo, y cómo se estaba viendo el manejo de la información noticiosa. Una de las preguntas fue sobre la función del reportero ancla y si esa función la podría realizar un robot. Lo interesante de esta entrevista es cómo Wolff respondió a dicha pregunta:
“Hay hasta un chiste de que los Adelantos en la tecnología Permiten que una computadora te repita en imagen, y en algún futuro, una computadora va a replicar imágenes que Emitirán sonidos con el libreto que ha hecho un personal de producción. Eso que es un ejemplo crónico, me parece que Ejemplifica lo peor que puede ser un ancla de noticia, pero que no Necesariamente tiene que ser la realidad”, opinó Wolff hace más de tres décadas. El resto es historia.
