Imagen principal: Foto captura del documental noticioso Crónica de un Apocalipsis, presentado por Noticentro de WAPA-TV, a un año de la explosión. YouTube Ruddy Matta.
Nota: Hace 28 años, un trágico incidente ocurrió en el casco urbano de Río Piedras: la explosión de gas en la tienda Humberto Vidal. A casi tres décadas de este lamentable suceso, el Prof. Juan R. Rivera Gómez MA de la Universidad del Sagrado Corazón presentó recientemente su libro titulado Un antes y un después: La tragedia que cambió a Río Piedras. El pasado 8 de noviembre se llevó a cabo la presentación del libro en la librería Casa Norberto. El Prof. Rivera Gómez comparte a continuación el siguiente artículo:
Este escrito se ha desarrollado con el propósito de relatar los hechos ocurridos durante la explosión de gas en la tienda Humberto Vidal de Río Piedras; un barrio localizado al sudeste del municipio de San Juan, en Puerto Rico. Este lamentable acontecimiento, ocurrió el 21 de noviembre de 1996 y es considerado por la población puertorriqueña como uno de los eventos más trágicos de su historia, ya que cobró la vida de treinta y tres personas, dejó sesenta y nueve heridos y más de cien millones de dólares en pérdidas materiales.
La conmoción del pueblo, sumada a la indignación de los familiares de las víctimas y afectados obligó al gobierno federal a iniciar una serie de investigaciones para esclarecer el origen de dicha explosión, así como también, exigir a los responsables del hecho (la Compañía San Juan Gas del grupo Enron, Inc.), el pago de indemnizaciones por daños y perjuicios a las personas y establecimientos comerciales afectados por el incidente.
El fatal acontecimiento se dio en una temporada de gran actividad comercial, concretamente en el preludio de las festividades decembrinas y el Día de Acción de Gracias. La respuesta ante la emergencia fue rápida, puesto que, distintos cuerpos de bomberos y Defensa Civil de otros municipios de Puerto Rico se sumaron a las labores de rescate. Además, contaron con el apoyo de múltiples equipos rescatistas, paramédicos, guardias y policías enviados desde Florida y California para prestar la máxima colaboración frente al suceso.
La recuperación de los cadáveres, el rescate de los heridos, la atención médica y el tratamiento del edificio en ruinas, fueron aspectos gestionados principalmente por el Departamento de Policía de Puerto Rico; en coordinación conjunta con el Departamento de Vivienda, Defensa Civil, bomberos, Guardia Nacional y otras agencias gubernamentales como FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias), ATF (Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos), FBI (Buró Federal de Investigaciones) y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB); que estuvieron a cargo de las investigaciones del caso.
Después de un largo e intrincado proceso de investigación-análisis de los hechos, la NTSB pudo determinar que la explosión se originó por un escape de gas propano, procedente de la rotura de una tubería de gas subterránea, ubicada a pocos metros del edificio Humberto Vidal. El gasoducto pertenecía a una antigua línea que suministraba gas directo a pocos restaurantes cercanos a la zapatería. El componente gaseoso se acumuló en el sótano de la tienda durante días; alcanzando una elevada concentración. La chispa del encendido de un aire acondicionado provocó la ignición del gas y el consecuente estallido de la estructura.
Días antes de la tragedia, el fuerte olor había alertado a los ocupantes del edificio, en especial al gerente de la tienda. Quien solicitó ayuda a los operadores de San Juan Gas Company para detectar la fuga. Pero, ellos a pesar del tiempo y esfuerzo invertidos en tres inspecciones no lograron encontrarla, por la falta de conocimiento. Además de habilidades y destrezas para manejar los equipos de detección de gas y por no saber ejecutar los procedimientos de excavación. Lo que hizo imposible la prevención de este desastre. En consecuencia, toda la responsabilidad se le adjudicó a la empresa Enron Corporation, Inc, dueña de San Juan Gas. Por no haber capacitado adecuadamente a sus empleados en este tipo de operaciones.
La empresa terminó pagando noventa y seis millones de dólares en demandas. Los familiares de las víctimas siguen recordando con tristeza aquel día. Además el Gobierno prohibió la instalación de tuberías de gas en esa zona de Río Piedras para evitar otro hecho similar en el futuro. Se emprendió un plan permanente para educar a la población sobre la importancia de identificar una fuga de gas. Además de los procedimientos de detección y la utilidad que estos tienen para la seguridad ciudadana.