Imagen: Ángela Negrón Muñoz Enciclopedia Puertorriqueña Siglo XXI (Caribe Grolier – AGPR)
Por: Nomar Stefans
Ángela Negrón Muñoz usó el ingenio de sus letras para transformar la sociedad, impulsar los derechos de la mujer, la equidad de los niños y personas de edad avanzada, y concienciar a los lectores de los avances que hacían falta.
Discursos van y vienen, vienen y van. Al son, son, son. Que malos son, son, son. ¡Achú! Estornuda y suelta, da una vuelta y cuidado que se vuela. ¡La cabeza! ¿Será que son? No creo. ¿Pero habían? ¡Claro que habían! Pausa.
Así de chiflado estoy al ver una constante de barrabasadas por parte de nuestros “líderes”. Esto es un “lelo lelo” constante, tóxico y eterno. Nuestro diario se ha convertido en una secuela de engaños, injusticias y morosidades ejecutadas por nuestros mandatarios. Pero, ¿saben algo? Vamos a cambiar la trayectoria de estas letras, vamos a caramelizarlas con otro azúcar y enfoquémonos en los “portadores de la verdad”, nuestros “voceros”, esos que “a capa y espada” luchan por levantar la voz de aquellos a los que se la han silenciado”. Hablemos pues de nuestros periodistas. Sí, sí, sí. Es momento de vibrarles en sus mentes.
Para la década de los treinta, Puerto Rico comienza a iluminarse con la carrera del periodismo profesional y, como detalle valioso, fue una mujer la capitana del surgimiento de esta profesión que tan vitalicia se hace en nuestras comunidades. Siglo tras siglo, el periodismo ha evolucionado de forma impactante, en todos sus términos y finalidades. En tiempos trascendentales como los que Borinquén atraviesa, el periodista ha de convertirse en el mejor aliado de la gente, transformarse en el guardián de los humildes, en el guerrero valioso de los que amanecer tras amanecer son olvidados y enterrados en la injusticia, la pobreza y la desesperanza. Yo no soy quien para dirigirme a ellos. Pero quiero evocar el espíritu de una grandiosa mujer, tenaz, visionaria y entregada a la pureza de sus letras e historias. Me adentro en la piel de Ángela Negrón Muñoz.
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“Siento un apuro muy apremiante por comunicarme con mi pueblo, con mi gente querida a quienes tanto amo. Llevo unos años, desde esta lejanía, que quiero adentrarme en sus luchas, sueños y letras. No hay quien lo impida, pero esperaba el momento más oportuno para hacerlo. Isla linda: valor, mucho valor. Tiempos espinosos te han abrazado, pero yo confío que airosa saldrás de ellos. Mas son quienes tienen la responsabilidad de levantar esta tierra. ¿Lo saben? Más que aquel u otro, eres tú querido patriota quien debe lanzarse a la conquista de los nuevos tiempos y unificarse a la época en donde la justicia debe ser tan valiosa como la sangre que recorre todo tu cuerpo”.
“Llevo rabia conmigo. Rabia por el atropello a las comunidades, desilusión por la ausencia de la justicia, ira por la decadencia de nuestra educación, desesperada por la carencia de una economía saludable. Pero, más aún, devastada por la falta de valentía que abriga los campos y ciudades de esta isla. Son pocos los que cargan los desafíos y muchos los que se han afiliado al silencio. Eso duele. Dentro de los miles de recuerdos que llevo conmigo mientras me entregaba al servicio de mi país como periodista, se levantan historias que marcaron mi vida e hicieron que mi entrega fuese real y que nada más importaba que no fuera llevar la verdad, tal cual era. Hoy, quiero latir en el corazón de mis colegas, quiero resonar en sus mentes y expandir la luz de la justicia de Puerto Rico por medio de ellos”.
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“Sale el sol y cada borincano se lanza a la faena de sus días, pisada tras pisada buscando su bocado, queriendo alcanzar su meta de vida, la satisfacción del buen trabajo y sudar por un mejor futuro. Y precisamente bajo esa misma realidad de lo que viven nuestros hermanos, debemos fundamentar nuestro propósito, nuestra visión y la manera y el bando desde donde aportaremos a un país que debería aspirar a la unificación de sus recursos. Ustedes periodistas, son los patrones de estos tiempos”.
“A nivel mundial, los gobiernos han aprisionado la existencia de la labor periodística, haciendo que se silencien voces, se borren letras e impere el miedo al levantamiento de la verdad. Los medios masivos de comunicación se han convertido en los mejores amigos de gobiernos atroces que solo existen para el enriquecimiento de sus poderes e intereses, grupales y personales. En este descaro, ya no sabemos de dónde viene el bueno ni dónde se aguarda el malo, puesto que cualquier escenario ya no impide hacer enaltecer la falsedad y la maldad”.
“Por ello, ustedes han de decidir con gran honestidad e ímpetu si se entregan al servicio de su nación o la entregan a los que día tras día la laceran, la lastiman y sin piedad la llenan de oscuridad y miedo. Yo no conozco el miedo, pues me he abrazado la valentía. No conozco el engaño, pues me afilié a la realidad. Y no conozco la mentira porque vivo en la verdad. Ahora, yo solo confío en ti, y lejos de grandiosas sincronías y métricas que esta vocación acaricia, solo trabajen desde su corazón. Ahí está el amor y la moral para darle lo mejor al país sin importar desde qué medio levantes tu mensaje. Al final de este camino, cuando mires un tanto atrás, has de saber si en honor te entregaste a tu tierra o si simplemente a ella la entregaste”.
Confiada en tu valentía,
Ángela Negrón Muñoz