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Origen de la frase “A los hijos se les debe dar antes que pan, vergüenza”

hijos

Himno de Puerto Rico

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¿De dónde viene la frase “A los hijos se les debe dar antes que pan, vergüenza,”? ¿Cuándo sucedió? ¿qué otras cosas interesantes ocurrieron entonces?

Cuenta Sebastián Dalmau Canet, diversos acontecimientos políticos que sucedieron en el año 1899. En esa época el español Cepeda Torbecías, había escrito un artículo que se recibió como una ofensa contra el maestro y admirado líder, el prisionero sin crímenes, Baldorioty de Castro. Baldorioty hacía dos años había salido de prisión, por defender el autonomismo, y se encontraba enfermo. La pluma de Muñoz Rivera salió en defensa de Baldorioty de Castro, contestando con un artículo titulado, Sin miedo y sin tacha.

Al morir Baldorioty, Ramón Marín le lanzó un reto a Muñoz Rivera, para que se hiciera cargo del Partido Autonomista que se encontraba en desbandada, sin fondos, luego de la cruel y brutal persecución contra los autonomistas. Muñoz Rivera en un acto de valor, en la peor de las circunstancias, aceptó el reto.

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Pero hubo otros acontecimientos que ocurrieron en agosto; los conservadores molestos de la actitud altiva y patriótica de Salvador Brau, que desde su columna en el periódico El Clamor del País defendía los derechos de la colonia, el gobernador Ruiz Dana, acabado de llegar a la Isla, le exigió la renuncia de su cargo. Cargo que desde hacía nueve años venía desempeñando Salvador Brau en la Tesorería de Hacienda, pero si quería el puesto, Brau no podía seguir con sus labores periodísticas políticas.

Pero no lo silenciaron, porque Brau no optó por el silencio acomodaticio y renunció a su cargo con estas dignas palabras: “A los hijos se les debe dar antes que pan, vergüenza”. Dos años más tarde, como verán más adelante, Brau acompañó a Muñoz Rivera a San Juan para combatir la corrupción. En ese mismo año 1889, era desterrada por segunda vez, Lola Rodríguez de Tió, por su intervención en la política, por sus ideas independentistas.

En esa época, Luis Muñoz Rivera escribe su poema Nulla Est Redemption, con el que abre la colección de su poemario Tropicales. Muñoz Rivera dirá más tarde: “que se resuelve y determina por primera vez, a ver las cosas como son, a no creer en las apariencias, a no confundir el deseo de triunfo con el triunfo en sí. De esa composición data quizá su decisión de entrar en el combate y dirigir él mismo la batalla”. Y ese poema es un canto pesimista, era en realidad un latigazo a la conciencia del país. Levántate y anda.

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Noble y altivo, generoso y bravo

De robustez y de entusiasmo lleno.

Dueño del mundo y del deber esclavo.

No hay redención, la anemia nos devora

La inacción nos enerva y nos abate.

La fiebre nuestros pómulos colara

Y del derecho en el marcial combate,

La mente duda, el pulso no palpita,

El labio calla, el corazón no late.

En esta roca tropical nacido

jamás pensé que el infeliz colono

su propia dignidad diera al olvido.

(A los 30 años la patria le dolía)

¡Treinta años! Quién lo diría

Que tuviese al cabo de ello

Sino blancos mis cabellos

el alma apagada y fría

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En 1891 Luis Muñoz Rivera, director del Periódico La Democracia, es arrestado y acusado por delito de “injuria” por denunciar y destapar en la prensa el caso de “Las estafas”, en los mercados de Ponce.  Para hacer el cuento corto, Salvador Brau, el que renunció por dignidad y honrado en la Tesorería de Hacienda, lo acompañó a Fortaleza para hablar con el general Lasso, militar pudoroso y hombre de conciencia. Resultado, a los pocos días La Democracia anunciaba con júbilo, que el Gobierno General, declaraba cesante al inspector de vigilancia Santiago Fernández, al celador Florentino cuello, al escribiente José Castells, todos pertenecientes al cuerpo de la policía de Ponce.

Vino el juicio, Muñoz Rivera salió absuelto y en la calle, un millar de personas acompañaron al abogado Herminio Díaz Navarro y al periodista Muñoz Rivera a su residencia del Hotel Marina entre manifestaciones delirantes. Vivas las palabras de, “a los hijos antes que pan hay que darles vergüenza”. El periodista Muñoz Rivera lo reconoció el pueblo, como un campeón combatiendo la corrupción y los derechos patrios. Pero le esperaran a Muñoz Rivera, otros 41 arrestos. Al igual que Brau, tampoco optó por el silencio. Puerto Rico por encima de todo.

Fuente: Salvador Arana Soto-Luis Muñoz Rivera, Sabia y Sangre de Puerto Rico.

Himno de Puerto Rico

Comments 1

  1. Avatar Sonia García says:

    Magnífico artículo.👏👏👏👏👏

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