Uno de los pintores más destacados en la historia de las artes plásticas puertorriqueñas es el maestro impresionista Francisco Oller. Además de su faceta como pintor, Oller fue un abolicionista y entre sus obras se destacaron piezas en las que criticaba la esclavitud, demostrando su crueldad y abuso a la dignidad humana.
De estas piezas de arte, lamentablemente, no se conoce el paradero: solo existen unos bocetos o “apuntes preliminares”, según expresó a El Adoquín Times el Dr. Hernán Cestero, cirujano plástico retirado y propietario de estas imágenes. La mayor parte de las obras que realizó Francisco Oller se conocen solo por su nombre, por estar perdidas desde hace mucho tiempo. De otras obras como el Boca abajo se tienen ideas por los bocetos hechos por el pintor, quien en 1858 viajó a París a estudiar con los más importantes artistas impresionistas, estableciendo una amistad con éstos. En París hizo amistad, además, con Don Ramón Emeterio Betances, lo que fortaleció sus sentimientos patrios, como humanista y abolicionista.
Por esto, ya estando en Puerto Rico entre 1866 y 1873, pintó varias obras criticando el cruel trato al que muchos esclavos eran sometidos. Entre ellos se encuentra el monumental lienzo del Boca abajo (1866), obra que Francisco Oller envió a Francia para que fuese expuesta en la Sala de París, palacio de exposición de arte de mayor prestigio de toda Europa. Sin embargo, la misma fue descualificada por el jurado al considerar que podría ser ofensiva al gobierno de España, y terminó expuesta en el Salon des Refusés o el Salón de los Rechazados.
Los dibujos del Boca abajo se conocen desde poco después de su muerte, pues aparecen en el inventario de la obra de Oller que preparó su sobrino, Ángel Paniagua. Pertenecieron a su hija Georgina, pero no se sabía dónde estaban luego de ésta fallecer. De ahí pasaron a ser propiedad de otro dueño silente por un par de décadas, antes de ser adquiridos por el Dr. Cestero.
Poco después del huracán María, el doctor Cestero logró identificar el paradero de los bocetos e inmediatamente estableció contacto y los adquirió de la dueña. En ese momento, Cestero buscó la manera de hacer unas recreaciones de esos apuntes que Oller probablemente dibujó en el sitio; y en el momento preciso en que ocurría el evento, algo parecido a lo que hoy día sería la labor que hace un fotoperiodista.
Para esto, se comunicó con el Dr. José Manuel Saldaña, expresidente de la Universidad de Puerto Rico; a quien le lanzó el reto de recrear la visión perdida en el desaparecido lienzo partiendo de los dibujos. Saldaña aceptó y acordaron que utilizaría el medio de la acuarela. El Dr. Saldaña enseñó sus acuarelas, que demuestran el dramatismo y la crueldad que representó la esclavitud, de la misma manera que probablemente demostraron las obras de Francisco Oller, de las cuales hoy solo existen sus bocetos originales.
Saludos a Milton Christian Rúa de Mauret y mis felicitaciones por tan interesantes reportajes.
Quisiera leer sobre las Farmacias Moscoso. Sé que escribieron algo pero no lo encuentro. ¿Me pueden ayudar?
Gracias,
Raquel del Valle Cestero
Saludos Raquel. Creo que hablas de este artículo: https://eladoquintimes.com/2023/02/25/de-las-farmacias-al-poder-politico-la-historia-de-jose-teodoro-moscoso/ . Uno específico de la Farmacia sería interesante. Gracias!!!