Mi propósito, y lo transmito en mis libretos para Los Rayos Gamma, es la transformación del pensamiento, de las ideas, de la vida de la gente. Silverio Pérez
Eso era como ajeno a mi… vengo del Barrio Mamey de Guaynabo en donde no había ninguna tradición familiar de alguien que haya sido músico, o que haya escrito algo. En muchas ocasiones pensé: “bueno habrá una persona que abra la brecha” y posteriormente fui yo quien lo hice. Tengo una hija mayor que es cineasta y mi hija menor también es cineasta.
Empiezo como que a cantar cuando ya estoy en Mayagüez estudiando y entro al grupo de Viva La Gente; el movimiento musical mundial cuyo propósito era crear conciencia sobre la situación actual del mundo. Es curioso, porque parecería contradictorio como dirán muchos: “porque yo desde pequeño cantaba”, pero yo no, eso era como ajeno a mí. Empiezo como a enamorarme de este tipo de actividad tarde en la década del sesenta.
La época de las protestas en contra de la guerra de Vietnam, la salida de Los Beatles al mercado, y me encuentro con el Canto Popular que era como algo diferente que lleva un mensaje de crítica social. A mí me movía la condición política de lo que sucedía en ese momento en Puerto Rico y en el mundo entero. Entonces en un momento determinado escogí el no callar mis preferencias políticas y utilizar el Canto Popular para denunciar.
Silverio Pérez nos dice: nunca me he sentido cantante…. con Haciendo Punto en Otro Son siempre el propósito inicial ha sido el uso del Canto Popular o Nueva Canción -como también se le llama- como instrumento de cambio como elemento de denuncia como forma de comunicar ideas y no por el canto por el canto mismo.
Nunca me he sentido cantante. Me he sentido intérprete, un trabajador del Canto Popular aprendido por gigantes como Daniel Viglietti, y Pablo Milanés. Nos sorprendió la fama que tuvo el grupo, como también nos sorprendió lo que pasó con Los Rayos Gamma, quienes llevan cincuenta años, y cuarenta y cinco de Haciendo Punto.
Ambos grupos están vigentes. Con Haciendo Punto lo que nosotros vimos como un junte de fin de semana para hacer unas canciones y presentarnos en La Tea, que era un lugar donde se estaban ofreciendo a través del Canto Popular y el Teatro unas opciones de protesta y denuncia, ahí había un escenario disponible.
Los Gamma también hicieron su aparición en La Tea en un espectáculo escogido para satirizar a uno de los miembros que estaba siendo tratado con rayos gamma y el titulo era «El Efecto de los Rayos Gamma sobre Eddie López». Uno está tan metido en el proceso que no lo ve desde afuera como un hecho que iba a transcender.
Sentido del Humor…entiendo que el humor es uno de los pilares de mi trabajo. Si yo te dijera o me preguntaras cuál me define más entre la música o el humor, para mí sería el humor.
Porque mi primer encuentro lo fue con un maestro llamado Eddie López, fundador de Los Rayos Gamma, otro fue Jacobo Morales y otro maestro del humor lo fue Don Tommy Muñiz. Esa fue mi escuela en el año setenta y uno cuando empiezo en la televisión.
Fíjate que en el primer disco de Haciendo Punto en Otro Son, muchas de las canciones eran Nueva Canción, se encuentra dos elementos de humor que los introduzco que es el Bolero de Mastropiero del grupo Les Luthiers de Argentina y el Tango di Vestimenta Interiore que es un vacilón popular de Buenos Aires que lo convierto en algo parecido a lo que hacía Les Luthiers o sea que ya desde ahí aun en la música ya metía la cosa del humor. El humor siempre ha sido mi herramienta principal de comunicación.
Lo que más me apasiona… yo descubrí el escritor que había en mí hace apenas veinte años. Estaba escribiendo desde 1980, el libreto de Los Rayos Gamma, en 1983 para el periódico El Reportero y luego escribo para El Nuevo Día. No es hasta que se publica mi primera colección de las columnas del periódico que me doy cuenta de que estaba metido en un mundo del campo editorial un campo ocupado por profesores, escritores y me preguntaba qué hago aquí.
Seguí escribiendo y publicando libros por las destrezas desarrolladas como columnista. Cuando siento que me faltaban herramientas para este oficio, entro como estudiante a la Universidad del Sagrado Corazón para una maestría en Creación Literaria en el momento que estoy a punto de cumplir mis sesenta años.
Hago mi maestría y escribo mi novela Un Espejo en la Selva, que ha sido acogida con mucho elogio por la crítica y ganado varios premios a nivel internacional y esto me convence a mí de que ese es mi oficio, el escribir. Mi convicción por escribir es lo que más me apasiona, más que cualquier otra cosa. Me fascina el reto que significa escribir una emoción, de describir un paisaje, una situación, y cada día siento que puedo aprender y desarrollarme más en ese campo.
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La sátira política… para mí la sátira política es el uso del humor para provocar en la gente la reflexión a través de la risa y eso es un reto mayor. No hay forma de que se haga buena sátira política sin un conocimiento profundo de la política y tener una toma de posición ideológica con respecto a esos acontecimientos políticos, y eso traducido en buen arte y herramienta como ha sido Los Rayos Gamma.
Cuántas otras cosas no se han hecho de sátira política que no han permanecido; porque no hay una profundidad en el análisis a través del entretenimiento. Esa es la fórmula segura de la permanencia en el público como lo ha sido con Los Rayos Gamma.
Mi público no lo constituye masas grandes, sino que es un perfil de gente que son “decision makers”; que son personas que tienen influencia en otros. Si tú trabajas para alimentar el pensamiento crítico de aquellos que piensan críticamente; entonces sí vas a tener un público fiel, vas a tener un público que te sigue, vas a permanecer por más tiempo. Mi propósito y lo transmito en mis libretos para Los Rayos Gamma; es la transformación del pensamiento, de las ideas, de la vida de la gente.
Una Pregunta Más a Silverio Pérez… ¿has encontrado tu propia voz como trabajador cultural? Mira yo pienso que es bien importante que uno reflexione de una forma realista sobre su aportación; y estoy muy consciente de que el trabajo que he realizado por estos cincuenta años ininterrumpidos ha sido una aportación a la cultura puertorriqueña; a los medios de comunicación, a la vida puertorriqueña.
Por otro lado, pienso que no es como una cosa del otro mundo porque creo que es lo que se supone que uno haga. Inmediatamente que un proyecto acabe estoy pensando cuál es lo próximo. Por lo tanto, quiero seguir aprendiendo, aprendiendo y aprendiendo para que el legado que uno deje tenga trascendencia. Yo vivo con un propósito.
Foto: Zola Gamma
