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Tony Paulino: Desde Montmartre en Paris hasta Barrio Obrero en San Juan

Tony Paulino

Himno de Puerto Rico

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Imagen: De la portada de El negro Akinlana. Suministrada.

 

Una breve estancia en Montmartre -el barrio de los artistas, los bohemios, la claque intelectual parisina, ubicado en una alta colina que permite apreciar toda la ciudad de Paris- lo hizo reflexionar sobre su percepción de la vida y la justicia, pero desde un ángulo muy distinto… digamos casi antagónico al que le proveía el suyo, su querido Barrio Obrero

 

Publicista, rehabilitador urbano, restaurantero, hotelero, escritor, poeta sanjuanero, Tony Paulino se considera autodidacta, aunque estudió en la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, exponiéndose a disciplinas que fueron determinantes en su desarrollo profesional.

Una breve estancia en Montmartre, el barrio de los artistas, los bohemios, la claque intelectual parisina, ubicado en una alta colina que permite apreciar toda la ciudad de Paris; lo hizo reflexionar sobre su percepción de la vida y la justicia, pero desde un ángulo muy distinto… digamos casi antagónico al que le proveía el suyo, su querido Barrio Obrero, justo al otro extremo de su realidad existencial.

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La dicotomía le abrió una herida tan profunda que lo haría sangrar con furia todas las frustraciones; todas las decepciones y la poca fe que lo habían convertido en lo que era. En su discurso Tony Paulino, aún no premiado y huérfano del más nimio reconocimiento; sin pesar, en un tono conversacional muy difícil de encajar en las estrechas ánforas literarias seculares, confabulan la narración, la crónica, la poesía, el cuento y el ensayo. Su verbo es directo, crudo, audaz, sin distracciones ornamentales innecesarias, a carne viva, sin anestesia.

 

Tony Paulino
Tony Paulino con Roberto Ramos-Perea. Suministrada.

Sobre el autor, nos dice Roberto Ramos-Perea, reconocido dramaturgo puertorriqueño: «Conocí la obra de nuestro escritor puertorriqueño negro, Tony Paulino, desde que llegó a mis manos su agitador libro Esperando el cantazo. Desde entonces entendí su afán de ilustrarnos, de invitarnos a la reflexión, de inflar nuestra avaricia de conocimiento con sus serios y graves discursos contra la desigualdad y el expolio. No es algo nuevo. Mucho antes que él, puertorriqueños negros inmensos como Eleuterio Derkes, Manuel Alonso Pizarro, Tomás Carrión Maduro, Luis Felipe Dessus y toda la nueva generación de escritores afropuertorriqueños que ha sentado cátedra en nuestra literatura de los últimos 20 años; cada uno a su manera y a su valer, han precedido a Paulino y sostienen con su obra todo lo que este autor nos ofrece. Paulino gana por sus propios méritos el que su nombre se incluya entre estos».

Entre los títulos más preciados de Tony Paulino, se encuentran:

  • Nos cogieron de surumas.
  • Memorias de un publicista.
  • Esperando el cantazo (su primera novela).
  • Nota al calce.
  • Epílogo.
  • Claroscuro, un poemario reflexivo.
  • Héroe sin patria.
  • Ángeles truncos.
  • El escrito.
  • Los consejeros de Dios.
  • El negro Akinlana y varios libros de reflexiones.

Tony Paulino. Suministrada.

A continuación, algunas sinopsis de sus libros publicados:

 

Memorias de un Publicista:

La historia gira alrededor de un muy exitoso publicista que en el pináculo de su carrera empieza a descubrir la malevolencia que encierra su profesión, a un extremo que decide reivindicarse; no sólo él, sino la agencia que dirige y la industria que representa.

Navegando entre lo real y lo imaginario, Tony Paulino nos abre una puerta que nos da acceso a los detalles más íntimos de la vida glamorosa del protagonista; pasando por un fracasado matrimonio, hasta el encuentro de un nuevo y apasionado amor digno de telenovelas.

Una corta, pero necesariamente honesta introspección, lo hace reflexionar sobre el poder de la publicidad para influir en el comportamiento de las personas; y más aún, su nivel de tolerancia e indefensión contra la manipulación que las abacora por las cuatro esquinas, vestida de publicidad, propaganda y todo el enjambre que componen las comunicaciones.

Éste, de ningún modo es un libro de texto o historia de la publicidad; aunque en él se desmenuzan, sino todas, al menos muchas de sus tácticas, y cómo seducen las mentes de las personas para guiarlas, en contra de su voluntad, o al menos de lo que sugiere el sentido común, hacia cualquier dirección. Asegura que la publicidad, entre todas sus modalidades y disciplinas, representa los hilos a través de los cuales se controla todo el comportamiento y el quehacer humano.

Nos dice: «Los buenos publicistas vemos el cerebro como una masa amorfa de plastilina que podemos contornear a nuestro antojo hasta obtener cualquier forma que sirva a un propósito determinado. Una vez insertamos en la mente de la gente los sueños, la avaricia, el temor o cualquiera de un sinfín de motivadores, todo lo demás sigue por inercia».

Lea además:
Esmeralda Santiago celebra 30 aniversario del libro “Cuando era puertorriqueña”

 

Nos cogieron de surumas:

Guiado por un viejo peje de mundo, un pejecito de agua dulce, en busca de sabiduría. Se lanza tras la mayor aventura de su vida, insertándose, de incógnito, en el mundo de los humanos. Allí descubre que la luna no es de queso y que no se puede comer con galletitas Ritz y chocolate; que la felicidad no emana de las cosas ni del conformismo abstracto, sino del interior y del entendimiento… y que no existe un mejor lugar para pretenderla que el propio, aunque el agua de la charca del vecino simule estar más limpia y descontaminada. Sobre la especie humana y la complejidad de sus vidas aprendió mucho más de lo que ellos saben de sí mismos…


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Ángeles Truncos:

“Un libro valiente con una narrativa extraordinaria, trágica, cruda y directa. Pero, conmovedora, hermosa, provocadora de esperanza y repleta del amor más genuino y profundo… Aún ante el fracaso más contundente. Supera muchas veces los límites de la ficción y la fantasía, aunque absolutamente real… Porque es el verdadero padre – él mismo – quien nos cuenta. Un padre ante la problemática de la enfermedad de adicción a sustancias controladas de su hijo. ¿Acaso existe algo tan poderoso como el amor?”.

“Tony Paulino en Ángeles truncos narra las peripecias de un padre que nunca pierde la fe en su intento por ayudar a su hijo a rescatarse a sí mismo de su enfermedad de adicción a las drogas. Una acción muy valiente en esta cultura conservadoramente aclimatada, adicta al chisme, y condicionada por una política pública inconsecuente. Paulino toma el toro por los cuernos y nos invita a todos a reflexionar”. (Pedro Torres Catedrático Universidad de Puerto Rico)

 

El negro Akinlana:

“Es una profunda indagación personal sobre la más grande infamia de la humanidad: la esclavitud. Saliendo de la prisión del género narrativo (este texto tiene tesitura de cuento extenso) o novelar tradicional Tony Paulino explora libremente el pensar filosófico con la reflexión política en una trama en extremo sencilla. Cuya acción mental es el vínculo para unir el pasado de los africanos esclavizados con el esclavo negro de nuestro siglo XXI. Esclavo de la posmodernidad y su notoria indiferencia y esclavo de su propio miedo a la libertad.”

“De entrada, es un encuentro de ideas poderoso y acertadamente escogido. La historia brevísima del Jabao y de Akinlana se unen en lo que se podría llamar el “Nat Turner Conflict”. O el conflicto entre el negro resistente, rebelde y digno, dispuesto a jugarse la vida por lo que piensa y merece… Contra el negro temeroso de que su reclamo de libertad y de reconocimiento inflame aún más el odio del blanco opresor.”

“El ensayo narrado de Tony Paulino busca el punto medio, pero la reflexión no deja de ser cruda. Además de detallada, documentada, de imágenes de la infamia que no se borran ni se olvidan. La magia de sus ancestros le hacen convertirse en chango para desde las alturas observar la lección de su propia historia. Akinlana es un negro en medio del doloroso proceso de nacer de nuevo a la luz de su piel.”

“No es fácil dialogar de la esclavitud en un mundo donde todos los demás son esclavos y no lo saben. Paulino persiste en la maravilla de descubrirse y verse tal cual es. Claro, hay una pequeña trampa en el final que no puedo revelar. Queda mi felicitación por la continua incitación a pensar en lo que no se piensa. Porque si bien la esclavitud fue abolida como forma de ley, ni el racismo ni la desigualdad ni la historia misma de nuestras tragedias negras se ha abolido. Son permanentes, torturantes. Tony Paulino lo sabe. Y le duele, y hace que nos duela. Y eso, en suma, ¿no es de lo que se nutre y crece lo mejor de nuestra literatura puertorriqueña?”. (Roberto Ramos-Perea Dramaturgo Puertorriqueño).

Himno de Puerto Rico

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