“Donde quiera que los caciques estuvieren alzados y les hablareis… todo lo que mejor os pareciere para sosegarlos, apaciguarlos y reducirlos a nuestro servicio”
-Rey Fernando en respuesta a la resistencia taina
Cacería humana… En respuesta a la resistencia taína, el rey Fernando ordenó que llamaran a los caciques para que reconocieran su autoridad. La gran mayoría nunca lo harían. Su carta, dice que fueran a “donde quiera que los caciques estuvieren alzados y les hablareis… todo lo que mejor os pareciere para sosegarlos, apaciguarlos y reducirlos a nuestro servicio…” Ordenó que se castigara a algunos culpables y que “No pudiéndolo obtener por bien… y si no quisiesen reducirse a servir como sirven los indios de la Española, pregonad la guerra prontamente… y juntad vuestra gente, y… hacedles la guerra a fuego y sangre, y los que tomaredes sean cautivos, procurando la menor matanza.” Además, ordenó que le quitaran las canoas a los taínos para que no huyeran.
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La carta es de septiembre de 1511, básicamente dando el visto bueno para lo que ya ocurría. La quema de la Villa de Sotomayor ocurrió en enero de ese año y luego del contraataque español; inició la llamada Guerra Postrera, donde se hizo común la práctica de las “cabalgadas” o “entradas”. Con el fin de “pacificar” la isla comenzó la cacería humana; las entradas eran la persecución de alzados, con un segundo y más importante propósito de capturar y esclavizar indígenas.
Como guerrilleros, los españoles entraban a los bosques y sorprendían a los taínos en sus poblados. Quemaban yucayeques, separaban familias, ejecutaban rebeldes y destruían siembras. Esclavizaban a los sobrevivientes, incluyendo niños y ancianos, marcándolos con el carimbo de la F del rey Fernando. Se cuenta de una mujer capturada que se vendió a la esclavitud en descuento porque “al tiempo que la querían vender se quería morir…” Los que organizaban estas cacerías humanas, eran los mismos que se lucraban de ellas. Además de esclavos, también les rendían productos, como hamacas y casabe.
Bajo la autoridad de Ponce de León, y luego Juan Cerón y Miguel Díaz, se realizaron estas entradas, lideradas por capitanes como Luis de Añasco, Sancho de Arango, Iñigo de Zúñiga y Diego de Salazar. En múltiples ocasiones en esta cacería humana atacaron las tierras de los caciques Orocovix, don Alonso, Guayama, Agüeybaná, Daguao, Humacao, entre otros, además de ataques a otras islas, como Guadalupe.
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Estremecedor recuerdo de nuestro pasado. Como siempre, gracias por tus escritos.