Imagen: Ana Margarita Bassó Bruno. Foto del libro Pioneras y Transgresoras: Mujeres en las Artes en Puerto Rico.
“El arte para mi es una forma de unirme a la creación… Siento que me meto dentro del fenómeno que me inspira, buscando su esencia, su energía y expresión vital… el sentimiento que me inspira es el amor y la admiración por esa realidad…” – Ana Margarita Bassó Bruno
La semana pasada falleció la escultora puertorriqueña Ana Margarita Bassó Bruno. Nacida en Santurce el 27 de septiembre de 1934, pero residente de Ponce gran parte de su vida, Bassó Bruno ha sido considerada como una de las mejores escultoras de Puerto Rico del siglo XX. Aun así, colegas de la artista, consideran que Ana Bassó fue otra artista con un excelente talento artístico, pero que ha sido invisibilizada y marginada por la historia oficial por el hecho de ser mujer.
“Siempre repito como un mantra que, en la historia del arte, la escultura es un arte de minorías y que las mujeres escultoras, dentro de una minoría, somos otra minoría”, de esta manera la escultora María Elena Perales Guzmán, describió la marginación que viven en muchísimas ocasiones las escultoras féminas en su ensayo publicado en el libro Jornadas: Pioneras y Transgresoras: Mujeres en las Artes en Puerto Rico, editado por Yamila Azize Vargas.
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En entrevista vía telefónica con Perales Guzmán lamentó el fallecimiento de Bassó Bruno, ya que como también escultora, se ha identificado muchísimo con ella: “Es una pérdida irreparable que me causa una tristeza muy grande y lo que añoramos todos, es que queríamos hacer antes que falleciera una retrospectiva, rescatar su obra que está desplazada, mucha de ella no se sabe dónde se encuentra. Esperamos hacerlo, rescatar la obra de Ana Bassó, publicar un catálogo y realizar una exposición para que la nueva generación conozca su gran aportación en la escultura en Puerto Rico.
Perales Guzmán nunca había escuchado de Bassó hasta 1988, cuando presidía la Asociación de Escultores de Puerto Rico, recibió una llamada de la escultora pidiéndole ayuda para que intercediera con las personas que la habían contratado para realizar una escultura en recordación del pelotero ponceño Pancho Coimbre. Durante el caso, que terminó en el tribunal, Perales -como presidenta de la asociación- intervino a favor de Bassó Bruno.
“A veces es un poco difícil que las personas de gobierno y en general que dan un contrato, entiendan que cuando se está creando una obra, son tantos los elementos que coinciden para que puedas trabajar en calma y que la pieza se vaya desarrollando de manera satisfactoria. Está el asunto de la inspiración y las situaciones personales que puedan surgir. Ella estaba muy preocupada cuando me contactó, porque la habían llevado a la corte porque “no había cumplido” con la fecha de entrega. Me pidió que asistiera y que la apoyara. Hay situaciones extraordinarias inesperadas que nos impiden (crear arte). Favorablemente, tuvimos la suerte y le dieron más tiempo para que concluyera su obra”.
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Perales Guzmán, quien ha sido escultora por más de cuatro décadas, compara el caso de Ana Bassó con la de la escultora francesa Camille Claudel (1864-1943). Quien sufrió el abandono y la incomprensión de parte de la sociedad y de las entidades culturales. Ya que por muchos años fue la gran ausente de bienales y exposiciones locales e internacionales, como indicó Perales Guzmán en su ensayo. “Yo como escultora, tengo una admiración por Camille Claudel. Por eso la situación de Ana Bassó me recordaba mucho esa triste situación, una persona creativa sin poder crear”, sostuvo durante la entrevista.
Por su parte, Yamila Azize Vargas, editora del libro Pioneras y Transgresoras, expresó también en entrevista, que descubrió a la escultora a través de Doreen Colón. Quien expresaba siempre que a “Ana Bassó la tenían en el olvido”.
Cuando surgió lo de la presentación de las Jornadas Pioneras y Transgresoras, Azize Vargas se comunicó con Perales Guzmán: “Cuando llamo a María Elena para invitarla a que hablara sobre Ana. Ella me contó el intercambio que tuvo con ella para apoyarla y defenderla con la situación legal que tenía. El caso de Ana es otro caso más de artistas mujeres independientes, que no han vivido una vida tradicional. Que desafían todos esos patrones y reafirman esa vocación artística y de independencia. Pues terminan siendo marginadas e invisibilizadas por la historia oficial”.
Yamila Azize Vargas explicó que se han realizado gestiones para que se sacara la obra, que está en un depósito en el recinto de Ponce de la Universidad de Puerto Rico (UPR). “No tuvo éxito, es una agenda pendiente. Confiamos que las personas de la UPR en Ponce tengan conciencia y responsabilidad de la obra que tienen de ella. Ya que no la han podido honrar en vida, pues que por lo menos la honren dignamente después de su muerte”, indicó la editora del libro. Quien coincide también con el paralelismo que existe entre Ana Basso y Camille Claudel.
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Por su parte, Doreen Colón Camacho, quien es profesora, crítica, curadora e historiadora del arte, en su ensayo en la que comenta sobre la conferencia sobre Ana Bassó que ofreció María Elena Perales, en una de sus conclusiones, cuestionó sobre el paradero de las obras de la escultora: “Las piezas que se exhibieron en 1984… no se han vuelto a ver. ¿Dónde están? ¿Dónde guardaron las piezas toda vez que se desmontó la muestra?”.
Un poco más sobre la vida de Ana Margarita Basso Bruno…
Según su biografía en la Enciclopedia de Puerto Rico, Bassó Bruno estudió en colegios privados de San Juan, Nueva York y Quito. Sus estudios universitarios iniciales los hizo en el recinto riopedrense de la Universidad de Puerto Rico. Mientras realizaba maestría en la Universidad de Chicago, estudió escultura en el Instituto de Arte de ese estado. Trasladada a Europa, tomó clases en Florencia en la Accademia di Belle Arti y su Instituto de Arte. También estudió en la Academia de Bellas Artes de Brera en Milán. Allí estuvo cuatro años, equivalentes a otra maestría. Fue profesora de escultura en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras y luego en la Pontificia Universidad Católica de Ponce, hasta su retiro.
Se informó que el velatorio de Ana Margarita Bassó Bruno será este sábado 4 de febrero. Será en la Funeraria Jackie Oliver en Ponce, de 12:00 p.m. hasta las 5:00 p.m.
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Me quejé con mi amiga María Elena Perales sobre el que no conocía a esta gran escultura por no haber tenido acceso a publicaciones sobre ella. Acabo de recibir este artículo el cual me ha dejado conocer de su vida y de la invisibilidad de la que fue objeto esta gran artista de la escultura. Que descanse en paz. Gracias a María Elena por su labor en esta dirección , esperando que la misma sea siempre reconocida en todos los ámbitos.
La UPR Ponce tiene una gran responsabilidad si tiene la custodia de la obra de la escultora Bassó Bruno. El mundo tiene que tener contacto y conocer la obra de Esta escultora puertorriqueña.