Imagen principal: representación de yacimiento arqueológico de restos humanos.
En un estudio revelado recientemente, se informó que los primeros habitantes de Puerto Rico pudieron haber utilizado lugares comunes de entierro y prácticas mortuorias a lo largo de muchos siglos, según los resultados de una investigación publicada a finales de abril en la revista PLOS ONE de la Librería Publica de Ciencias (PLOS, por sus siglas en inglés), con sede en San Francisco, California. El estudio -publicado en inglés- titulado Reconsidering the lives of the earliest Puerto Ricans: Mortuary Archaeology and bioarchaeology of the Ortiz site, fue realizado por William J. Pestle, Elizabeth M. Pérez y Daniel Koski-Karell de la Universidad de Miami.
El mismo indica que la Isla estuvo habitada por personas durante varios miles de años antes de la edad de la cerámica, pero se sabe poco sobre estos primeros habitantes debido a la escasez de evidencia e investigación. En este estudio sobre restos humanos, los investigadores describen a cinco adultos enterrados en el yacimiento Ortiz ubicado en Cabo Rojo, lo que representa un importante descubrimiento de la información arqueológica sobre este período de tiempo.
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“Al hacerlo (el estudio), abordamos una serie de preguntas específicas sobre las prácticas mortuorias. Además de la tafonomía, el perfil biológico, la cronología, la paleodieta y la movilidad”, expresaron los investigadores en su estudio publicado. La investigación se basó en un programa combinado de análisis de isótopos arqueológicos, tafonómicos, osteológicos, radiométricos y estables y radiogénicos.
La investigación detalla los principales hallazgos: los entierros en el yacimiento Ortiz son los individuos más antiguos fechados directamente en la isla. Que había un canon común de tratamiento mortuorio a pesar de que los entierros se realizaron durante un período de cinco a diez siglos. Además de que sus prácticas dietéticas eran notablemente diferentes a las de otras poblaciones contemporáneas y posteriores. También que, el área donde se localiza el sitio de Ortiz, probablemente sirvió como un recinto de entierro central formal para individuos (hombres y mujeres) de localidades cercanas.
Según lo reflejado en los estudios de radiocarbono de los restos humanos, datan entre 1800 a.C. (los más antiguos) y 800 a.C. (los más recientes), siendo los restos humanos más antiguos fechados directamente de Puerto Rico y representa tanto como mil años de entierros en este lugar. Las prácticas mortuorias, incluida la colocación de los cuerpos y los ajuares funerarios asociados, son similares a otros yacimientos. Lo que indica prácticas de entierro estándar durante muchos siglos.
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El estudio reflejó, además, que los individuos enterrados en esta área nacieron en diferentes lugares geográficos cercanos. Por lo tanto, el yacimiento Ortiz podría haber tenido un significado cultural como un espacio mortuorio común para varias comunidades locales.
Los investigadores advirtieron que “es difícil sacar conclusiones amplias a partir de pruebas limitadas. Pero estos resultados apuntan a una larga historia de uso persistente y formalizado de un sitio común durante siglos”. Los primeros pobladores de la isla se han interpretado tradicionalmente de manera simplista. Pero los resultados de este estudio -y probablemente futuros- arrojan luz sobre lo que probablemente era un “paisaje cultural más vibrante y variado de lo que se había apreciado anteriormente”.
Sobre el área de este importante yacimiento, los autores enfatizaron que el suroeste de Puerto Rico, especialmente el municipio de Cabo Rojo, es la ubicación de una gran cantidad de yacimientos arqueológicos pertenecientes al período habitacional temprano de Puerto Rico. Los archivos del yacimiento en poder de la Oficina Estatal de Conservación Histórica (OECH) y el Consejo para la Protección del Patrimonio Arqueológico Terrestre de Puerto Rico del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), muestran que más del 60 por ciento de los yacimientos documentados en esta región están asociados con estos primeros habitantes.
Interesantísimo. ¿Hay alguna manera de ser voluntario o ayudar de algún modo en estas investigaciones?