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Luis Muñoz Rivera: héroe de la resistencia y defensor de los derechos patrios | Parte II

Luis Muñoz Rivera

Himno de Puerto Rico

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Imagen. Luis Muñoz Rivera. Archivo Histórico de la Fundación Luis Muñoz Marín.

Durante el mes que se conmemora el natalicio de Luis Muñoz Rivera (1859-1916), la poeta Elsa Tió reflexiona sobre el legado del líder político puertorriqueño en una serie de escritos.  A continuación, la segunda parte. (Para ver la primera parte, oprima aquí)

Luis Muñoz Rivera luego de la invasión, volverá a defender nuestro derecho: “de ser los amos en nuestra propia casa”.

La lucha de Muñoz Rivera por defender el derecho de los puertorriqueños a gobernarse por si mismos, va a repetirse en el siglo XX, al ver que se sufrirá el mismo patrón anti-puertorriqueño. Muñoz Rivera escribe:

“No le bastó que se aumentasen los sueldos a los americanos, poniéndoles al abrigo de los continentales del canje; ni que se quedaran en Washington los millones nuestros por el efectismo que se acordó devolver… todo es mucho si lo disfrutan los puertorriqueños, y todo es poco si lo disfrutan los continentales; es preciso que se proteste…  se nos arrebata lo que es nuestro, el derecho elegir nuestros funcionarios, de votar nuestros tribunos, la marcha de nuestra isla de ser los amos en nuestra propia casa, que se ganó con la sumisión incomprensible de la prensa que se dice republicana… Hacían aparecer falsamente al Partido Federal como enemigo de los Estados Unidos por defender los intereses de los puertorriqueños”.

Muñoz Rivera viaja a Estados Unidos abogando por los agricultores

Muñoz Rivera observaba angustiado el daño que la invasión le ocasionaba a la economía agrícola de PuertoRico. Ante la realidad que a Puerto Rico le habían prohibido negociar sus productos con Cuba, ni con España. Respondiendo a la crisis el 14 de marzo de 1899, embarcó Muñoz Rivera hacia los Estados Unidos en representación de los agricultores.

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Decía Sebastián Canet: “El país se arruinaba si el gobierno no acudía en su auxilio. Era necesario demostrar allá en Washington, la necesidad imperiosa en que Puerto Rico estaba de franquicias y leyes económicas que pusieran a flote nuestra riqueza pública. Muñoz Rivera para conjurar la crisis agrícola, que cada día amenazaba de convertirse en un estado de grave penuria iba a recabar el cabotaje o sea la supresión de los impuestos arancelarios…”

“Intentaba conseguir en Washington que se rebajasen en un 25 por ciento los derechos del café y la caña puertorriqueña, como inmediato auxilio a la agricultura y sin prejuicio de que en la primera reunión del Congreso fueran admitidos libres de derechos todos los productos de la isla. Visitaba al mismo tiempo a grandes figuras de la política nacional y altos oficiales del gobierno, explicando nuestros problemas y andó recabando voluntades para la liberación del régimen que nos agobiaba, allí lo sorprendía la noticia del temporal de San Ciriaco ocurrido el 8 de agosto, y no perdió tiempo en recabar ayuda inmediata para las víctimas”.

Otro ejemplo de su integridad…

Nos informa Sebastián Canet: “Muñoz Rivera se trasladó a Washington, para defender los derechos del país. Los azucareros, interesados en el cabotaje libre que favorecía su industria en Puerto Rico, le dieron su representación a Muñoz Rivera, acompañándole la credencial de una carta de crédito en blanco para que no tuviera limitación en sus gastos. Muñoz como siempre, cumplió su deber. Fue declarado el cabotaje libre, y al regreso, al dar cuenta de sus gestiones les devolvió a sus poderdantes la carta de crédito sin haberla utilizado.” En otras palabras sin haber usado un solo centavo.

Tan temprano como el 12 de abril de 1899, Muñoz Rivera pensaba en la unión de todos los puertorriqueños para enfrentar la crisis económica. Entendía que lo mejor era eliminar los partidos, para juntos ir a Washington a pedir libertades para Puerto Rico. LMR habla con Barbosa, sin embargo este se niega. Barbosa hizo alianzas con el gobierno militar, y luego apoyó la ley Foraker.

 

Luis Muñoz Rivera
Luis Muñoz Rivera y sus acompañantes de camino hacia el Ateneo Puertorriqueño para saludar a la multitud que lo recibe. Revista Puerto Rico Ilustrado, 23 de septiembre de 1916.

 

De la ilusión al desengaño: imponen la Ley Foraker…

La esperanzadora proclama del General Nelson A. Miles del 1898, prometiendo libertades nunca llegó. En su lugar, recibimos la imposición de la dictatorial Ley Foraker.  Muñoz Rivera se indigna al considerarlo una afrenta a las esperanzas de un país y se negó a asistir a la celebración en Guánica, el 25 de julio de 1900. Dos días más tarde, el 27 de julio se enfrentó al poderoso gobierno americano.  Aquí un fragmento de su indignación, cuando escribe un artículo titulado 25 de julio, por qué no celebramos:     

“El Gobierno americano encontró en Puerto Rico una autonomía más amplia que la de Canadá. Debió respetarla o ensancharla y solo quiso y pudo destruirla. Teníamos, tres representantes en el Senado y dieciséis en el Congreso, gobernando y administrando nuestro país… Teníamos un Consejo de Secretarios, cuyos decretos apoyó siempre el gobernador español”.

“Hoy tenemos un Consejo Ejecutivo, en su mayoría compuesto de personas que no nacieron aquí, ni aquí poseen arraigo alguno, y que se interesan por la nación que los nombra, y no por la región que les paga. Teníamos unas Cámaras insulares electas por el voto del pueblo, con facultades para legislar en materia de presupuestos, en obras públicas, instrucción pública, beneficencia, Sanidad, Correos, y Telégrafos. Ahora tenemos una Cámara cuyas facultades, anula el Consejo ejecutivo, dueño absoluto de aprobar y rechazar leyes. Teníamos un presupuesto con superávit, a pesar de los gastos de guerra… Teníamos un idioma oficial en que era fácil entenderse con los gobernantes, teníamos municipios autónomos y libres por la ley”.

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“Hoy tenemos municipios sometidos a la tutela del gobernador civil en asuntos políticos, y a la tutela del tesoro central en asuntos económicos y administrativos.  Ni intervino un funcionario civil en la conducta de los jueces, como interviene ahora el Gobernador, ordenando la excarcelación de un guardia que disparó su revólver sobre mujeres indefensas… No teníamos un tributo directo sobre las tierras, en que pagan pocos los ricos, y mucho los pobres. Ni tuvo que emigrar la población campesina para no perecer de miseria, famélica y desnuda. No se creó un cuerpo de policía, para el provecho de un Partido adulador por donde mandan y explotan… Los republicanos de Ponce, sobrándose -así se dice en el lenguaje del pueblo- acuden donde los llaman y parecen sentirse orgullosos de los desprecios que sufre Puerto Rico”.

 Su negación de asistir a la celebración tuvo consecuencias y dio pie para empezar una campaña contra Luis Muñoz Rivera tildándolo falsamente, por el gobernador y adversarios políticos como antiamericano, por el mero hecho de defender los derechos del país.  La ley Foraker esfumó las libertades prometidas creándose un ambiente de confusión, desengaño e incertidumbre, frente al absoluto poder del gobierno norteamericano.

Luis Muñoz Rivera no se cansó de repudiar abiertamente por 16 años, a la Ley Foraker hasta su muerte, a pesar de la brutal represión en su contra, su postura fue clara. Eliminar nuestra Constitución Autonómica, no se reducía a una derrota personal de Muñoz Rivera. Lo que lo apesadumbraba al periodista y a una excelente generación de puertorriqueños fue ver malograrse tantos proyectos económicos, sociales y culturales que tenían elaborados para mejorar un país.

Lea además:
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Entre otras cosas, la invasión tuvo el efecto de fracturar el incipiente, pero pujante desarrollo agrícola y económico del país de finales del siglo XIX. Esa realidad lo testimonia el informe de Robert Thomas Hill, cuando describe a Puerto Rico como un paraíso económico.

 

Luis Muñoz Rivera
Grabado de Luis Muñoz Rivera por Carlos Marichal. 1959. Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña. AHFLMM.

 

La caña de azúcar el oro de la época…

Cobremos conciencia que la caña de azúcar era el oro de la época.  Muñoz Rivera al revelar los siniestros planes del Bill Hollander entró en terreno peligroso y puso el dedo en la llaga. Se enfrentaba a los planes de los poderosos intereses económico, de la lucrativa industria de la caña, organizados por compañías norteamericanas. Intereses diseñados a espaldas del país, con la intención de lograr el despojo de nuestras tierras agrícolas.

Para poder crear el monocultivo de la caña, necesitaban grandes extensiones de tierras. Tenían que conseguirlas tanto de los hacendados, como de los pequeños agricultores. Para lograrlo, el gobierno norteamericano en la isla impuso contribuciones a la propiedad, que no existía en tiempos de España, devaluaron la moneda y eliminaron el crédito.

 El informe describe a Puerto Rico como “un paraíso económico”

Un hombre de campo como Luis Muñoz Rivera conocía muy bien la realidad agrícola de Puerto Rico al momento de la invasión sabía que nos encontrábamos en una condición óptima para nuestro desarrollo económico. Gozábamos, como decía el informe que voy a citar: de una sociedad agrícola floreciente.

Lo que desconocía Muñoz Rivera era que a Robert Thomas Hill (1858–1941) se le encomendó en el 1898, hacer un informe sobre la agricultura en Puerto Rico. Hill fue una figura importante en el desarrollo de la geología en los Estados Unidos y realizó importantes estudios sobre el subsuelo de Texas. Pero su labor de investigación se amplió en las Antillas.

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La descripción que hace de Puerto Rico el geólogo Thomas Hill en el 1898 es reveladora, cito del informe: “Probablemente ninguna parte de las Antillas es más fértil que Puerto Rico, ninguna tan generalmente susceptible de cultivo y agricultura diversificada. Un solo acre de caña rinde más azúcar aquí que en cualquiera otra isla, excepto Cuba. Posee toda clase de paisajes tropicales fértiles desde las cimas de las montañas hasta el mar y ricos en pastizales, a la sombra de bellas arboledas de magníficas palmeras, humedecidas por 1300 arroyos, con una fuente termal, sus posibilidades son inmensas”

Puerto Rico es esencialmente la tierra del granjero y la más cultivada de las Indias occidentales. De hecho, es la única donde la agricultura es tan diversificada que produce suficientes alimentos para el consumo de sus habitantes, además de grandes cultivos de azúcar y café para la exportación. Además, la tierra no está monopolizada por grandes plantaciones, sino que esta divida en pequeñas propiedades independientes. La cría de ganado es también una industria extensa.

Este estudio es vital para conocer la extensión del daño que se perpetuó en los primeros 40 años de dominación norteamericana en P.R., y el valor que ejerció LMR cuando se atrevió a enfrentarse a los poderosos de la caña.

Dibujo del momento en que Luis Muñoz Rivera baja de Barranquitas al pueblo de Ponce a fundar el periódico La Democracia. Revista Juan Bobo, 9 de diciembre de 1916. (AHLMM)

La nueva política económica impuesta por el gobierno americano va a desmantelar “el paraíso económico que representaba la agricultura en Puerto Rico”. Muñoz Rivera, abiertamente denunció los planes del gobierno, sobre nuestras tierras agrícolas, y por ello va a enfrentar peligros:

Hay tres citas de Luis Muñoz Rivera separadas por años, (1901, 1904 y 1908) pero unidas por la misma denuncia ante el crecimiento de la pobreza, que nos ayuda a comprobar el valor, la convicción y la angustia de LMR cuando se opuso consistentemente a las nefastas políticas económicas de confiscación de tierras. Estas serán una de las muchas razones por la que LMR será perseguido y por lo que trataron de asesinarlo. Oportuno recordar.

1901: Luis Muñoz Rivera dijo “El plan del Bill Hollander tiene como propósito forzar a los propietarios pobres a vender sus fincas o abandonarlas a otros más afortunados.”  Prosigue Luis Muñoz Rivera:  después del ciclón y la crisis económica que viene atravesando este país, poco son los agricultores que pueden resistir, con el Bill Hollander. La mayoría tendrá que entregar sus propiedades a los americanos, ya se deben estar formando para comprar a Puerto Rico.

“Hay un americano, Mr. Hollander, partidario de la asimilación a todo trance que viene a facilitar el camino; si se aprobara su “bill”. Dicho proyecto de ley o legislación, antes de un lustro la mayoría de las fincas habrían pasado de mano de los puertorriqueños a los continentales. Estos una vez afincados, serían los dueños absolutos del país. Además, tras la emigración de braceros que ha empezado, vendría la de los propietarios y tras estas la emigración de todas las clases sociales. Bill Hollander es pues el primer puntapié con que se ha de arrojar de este país a un pueblo y a una raza”.

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1904: Luis Muñoz Rivera, lo vio claro y con dolor y rabia les pide a los puertorriqueños que se unan al ver el desgarrador panorama agrícola que se sufría: “De las ciudades y los campos se alza el rumor de un descontento sordo y profundo o el clamor de una protesta que ya no cabe en los moldes de nuestra mansedumbre legendaria. La agricultura paga jornales exiguos porque la producción no basta para compensar al trabajador. El comercio no era ya refraccionista porque perdió inmensas sumas en la crisis que le agobia. No hay crédito, los negocios marchan con lentitud abrumadora. El hambre, que no existió nunca en nuestra isla, existe dondequiera, en el litoral lo mismos que en el interior”.

“Las fincas que representaban valores inmensos representan valores ridículos. Familias que en el 1898 vivían en la opulencia, en 1904 mueren sobre harapos de indigencia. El malestar engendra la emigración: a Hawái, a Yucatán, a Cuba y a Santo Domingo van los infelices braceros buscando el trozo de pan que Puerto Rico les rehúsa…”

1908: Muñoz Rivera no desfallece cuando en 1908 advierte: “De seguir como vamos, los puertorriqueños no tendrán ni siete pies de tierra para que lo sepulten. Si no los pide al extraño, ofreciéndole dejárselo abonado con sus propios despojos. ¡Hermoso porvenir! De vivos: ¡esclavos del jornal del extraño! De muertos: ¡estiércol para fecundar sus tierras!”

Este fue el hombre que dio la lucha.

Continuará…

Himno de Puerto Rico

Comments 4

  1. Avatar Juan Casillas Álvarez says:

    Excelente escrito de Elsa Tío. Conmueve y da mucha rabia. LMR un político neto siempre en la encrucijadas pero siempre elegido el camino de la justicia de sus compatriotas ofendidos, empobrecidos por el imperialismo. Gracias poeta

  2. Avatar Carmen Irizarry De Domi says:

    Excelentísima secuela al primer capítulo sobre LMR. Me encantaría que hubiera difusión mayor en periódicos. ¡Hay tanta ignorancia en este país ! Y también tanto intento de desvirtuar nuestros próceres.

  3. Avatar Sonia says:

    Buenísimo los dos, esperando el tercero.

  4. Avatar Yvonne says:

    Y pensar que un tal Edwin Miranda,se atrevió a declarar que bueno será PR sin puertorriqueños..Veamos que la gentrificacion va a pasos agigantados..Dónde están los que protestaron en Verano 2019…

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