Imagen principal: Yolanda Rivera con La Sonora Ponceña por Inca Records.
Yolanda Rivera fue la única mujer afropuertorriqueña miembro permanente de la aclamada banda de salsa La Sonora Ponceña.
Nació en 1951 en Ponce, en el seno de una familia numerosa. Lamentablemente, perdió a su padre cuando sólo tenía tres años. Al crecer, encontró inspiración en su madre, Eusebia, y su hermana mayor, Concepción, que cantaba baladas. Cuando tenía ocho años conoció a su mayor inspiración, Celeste Mendoza, también conocida como la “Reina del Guaguancó”, a través de su hermana, quien era amante de la música y costurera.
En 1968 Rivera se unió al coro de la escuela, lo que despertó su interés por el canto que le era familiar desde pequeña. El mismo año, actuó brevemente con Roberto y La Nuevo Ley antes de que ella y su hermano se mudaran a Nueva York, donde siguió una carrera como cantante. Poco después se unió a la banda de Willie Rosario como corista.
En 1975 regresó a Puerto Rico. Después de un paso por Roberto y su Chango, debutó como cantante principal en “Sabor y Pueblo” de Orchestra Terrifica (1976).
A finales de la década de 1970, antes de tomar un vuelo a Nueva York, Rivera conoció a Quique Lucca, fundador y líder de La Sonora Ponceña. Ella expresó su preocupación por su imposibilidad de encontrar trabajo y, en respuesta, Don Quique la invitó a su casa. Le entregó una cinta de casete e indicó que se aprendiera las canciones, lo cual Rivera hizo. De la mano de Quique Lucca y más tarde de su hijo Papo Lucca, Yolanda Rivera se convirtió en la primera mujer en grabar ocho álbumes con La Sonora Ponceña (entre 1979 y 1982, entre ellos Determinación, Explorando, Energizados, La Ceiba (donde cantó los coros de Celia Cruz), Unchained Force y Night Raider.
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En 1984, Yolanda dio a luz a una hija con una grave discapacidad. Después de buscar opiniones de médicos en Puerto Rico y encontrar su diagnóstico inaceptable, Rivera puso su carrera en suspenso y se mudó a Miami durante dos años mientras su hija se sometía a una serie de cirugías y finalmente se recuperaba por completo. Lamentablemente, la repentina desaparición de Rivera de la escena musical provocó rumores viciosos e infundados, ninguno de los cuales era cierto.
Dos años más tarde, Rivera se unió a la Orquesta Fuerza Noble de Gambino Pampini. También grabó los álbumes De Puerto Rico Bailable (1988), Otra Vez (1988) y Salsa Tropical (1990) con el líder de la banda Ruddy Haddock entre 1988 y 1990.
En 1995, Rivera se reunió con La Sonora Ponceña y apareció en el disco Apretando. El mismo año, apareció en Portfolio de Wendall Rivera, que incluía la canción Vuelvo a Cantar, cuya letra celebra el regreso triunfal de Rivera.
En el año 2000, La Sonora Ponceña celebró su 56 Aniversario con el álbum Y Seguimos Haciendo Historia, en el que participaron Rivera, Héctor “Pichie” Pérez, Willie Colón, Danny Dávila, Luigi Texidor, Ismael Miranda, Cano Estremera y Andy Montañez. También en 2001, Rivera participó en el 50 Aniversario de Ray Barretto con Adalberto Santiago, Tito Allen y Ray de la Paz.
En 2009, Yolanda Rivera y Adalberto Santiago fueron reconocidos por su trayectoria. El evento también marcó el 55 aniversario de La Sonora Ponceña. Uno de los momentos más memorables fue la interpretación de Rivera del himno Borinquén, mientras vestía un hermoso vestido blanco.
El primer álbum de Rivera como líder fue La Hija de Guaguancó, que produjo en 2013. Si bien el álbum fue un éxito en el Caribe y América Latina, mereció más reconocimiento y difusión en Estados Unidos. Como resultado, el álbum está actualmente agotado.
En 2019, disfruté viendo a La Sonora Ponceña, Rivera y Tresero Nelson González actuar en el Centro Lehman para las Artes y la Cultura en el Bronx, interpretando un popurrí de sus grandes éxitos. El sonido característico del conjunto y su alta energía encendieron la sala y obtuvieron varias ovaciones bien merecidas.
En una carrera que abarcó cinco décadas, Rivera enfrentó numerosos desafíos, incluido el racismo, el sexismo, el abuso conyugal y los rumores infundados. “Ser una mujer fuerte en una sociedad y una industria dominadas por los hombres requirió trabajo”, dice Rivera. “Aunque hubo incidentes ocasionales, nunca retrocedí. A pesar de los obstáculos, me considero afortunada”.
Rivera todavía actúa ocasionalmente y sigue abierta a grabar un álbum que celebre sus 50 años en la industria musical.
Yolanda Rivera es una artista muy admirada en el Caribe, América Latina y Estados Unidos. Su voz única, “swing y saoco”, y su impresionante trabajo como líder, productora y miembro de La Sonora Ponceña le han valido el sobrenombre de “La Sonera Más Brava y Más Querida”, colocándola en una posición única en la historia de la salsa.
Recuerdo bien cuando los slaseros reconocian a Miki Vimari se conocio como la Dama de la Salsa. Fue gran cantante con Ricardo rey.