Fotografías e ilustraciones: Colección ICP. Archivo General de Puerto Rico.
Nota de redacción: El siguiente artículo está basado en la Tesis Doctoral “Las aportaciones sociales y periodísticas de las mujeres en Puerto Rico: desde la llegada de la imprenta en los primeros años del siglo XIX hasta el primer tercio del siglo XX”, presentada por Lizbeth L. Rivera López, bajo la dirección de la Doctora Doña Isabel Tajahuerce Ángel en Madrid, España 2016 y publicada por la Universidad Complutense de Madrid.
Puerto Rico fue habitado inicialmente por los arcaicos, seguido por oleadas de amerindios arhuacos. Estos primeros habitantes encontraron en las Antillas, hace aproximadamente 6,000 años, un lugar idóneo para establecerse, mucho antes de la llegada de los colonizadores españoles.
Entre estos primeros habitantes, las mujeres desempeñaron un papel central. Conocidas como arcaicas y más tarde como arhuacas, las mujeres fueron fundamentales en las primeras sociedades de la Isla. Sin embargo, fueron los taínos, procedentes de América del Sur y miembros de la familia arhuaca, quienes dejaron un legado cultural significativo, particularmente evidente en el papel de las mujeres en su sociedad.
El impacto social de las mujeres taínas
Los taínos, cuyo nombre significa “bueno y noble” en la lengua arhuaca, eran conocidos por su generosidad y hospitalidad. Este grupo se había establecido en Puerto Rico unas décadas antes de la llegada de los españoles. La sociedad taína se destacaba por la notable libertad y el rol prominente que las mujeres tenían dentro de su estructura social. En la sociedad taína, las mujeres taínas eran consideradas dadoras de vida, estrechamente asociadas con la tierra, que también era vista como una fuente de vida. Las mujeres disfrutaban de un estatus privilegiado y respetado dentro de su comunidad, desempeñando un papel crucial en la agricultura, uno de los principales trabajos en su cultura.
Los cronistas de Indias, aunque todos hombres, documentaron estas observaciones a pesar de que sus descripciones a menudo estaban teñidas por sus propias percepciones culturales y prejuicios. Aún así, proporcionaron valiosos detalles sobre cómo las taínas, no solo eran trabajadoras incansables, sino también líderes espirituales y políticos dentro de sus comunidades.
Uno de los aspectos más destacados de la cultura taína era el matriarcado en la sucesión política, una práctica en la que las mujeres taínas podían llegar a ser cacicas, ejerciendo un poder significativo dentro de sus yucayeques o comunidades. Este sistema permitía que las mujeres influyeran en las decisiones políticas, manteniendo la estabilidad y continuidad espiritual de su grupo.
Influencia religiosa de las mujeres taínas
La religión taína también ilustraba el papel prominente de las mujeres. La principal diosa taína, Atabey,se consideró la diosa madre, relacionada con la luna, el mar, la fertilidad y la concepción. Atabey no solo simbolizaba la fecundidad de la tierra, sino que también enseñaba rituales y conocimientos religiosos a su pueblo.
Los cronistas también notaron la distinción que los taínos hacían entre los sexos a través de mitos y leyendas. Uno de estos relatos describe cómo las mujeres fueron creadas a través de un ritual místico que involucraba a un pájaro específico, el inriri, y personas de género no definido, destacando la importancia de las mujeres en la narrativa taína.
Contribuciones y resiliencia de las taínas
Además de su rol en la agricultura, las mujeres taínas participaban en la recolección, la preparación y almacenamiento de alimentos. Además de la elaboración de bebidas, medicinas, y venenos, y en la producción de artesanías. Estas actividades eran fundamentales para la economía de subsistencia de la sociedad taína, basada principalmente en la agricultura. Los españoles, al llegar a las Antillas, quedaron impresionados por la organización y el trabajo arduo de éstas. A pesar de las barreras culturales y los prejuicios, reconocieron la capacidad de las mujeres para gestionar y ejecutar una gran variedad de tareas esenciales para su sociedad.
Incluso en los momentos de conflicto, como las invasiones de los caribes, las mujeres taínas no dudaban en tomar las armas y defender su comunidad, demostrando su valor y determinación. En tiempos de paz, se encargaban de la crianza y educación de los niños, asegurando la transmisión de sus tradiciones y valores.
La intersección de género y cultura en la sociedad taína
La cultura taína se destacaba, no solo por su estructura social, sino también por cómo las diferencias de género influían en la asignación de roles y responsabilidades. Las mujeres, como portadoras de vida, estaban muy vinculadas a la fertilidad de la tierra. Lo que les confería un papel esencial, no solo en la agricultura, sino en la gestión de los recursos naturales.
Esta estrecha relación con la tierra no solo reflejaba una visión ecológica, sino que también posicionaba a las mujeres en el centro de los rituales religiosos y las celebraciones comunitarias, destacando su papel como custodias de la cultura y la tradición taína.
Estrategias de supervivencia y resistencia de las taínas
En un entorno marcado por frecuentes conflictos y desafíos, como las incursiones de los caribes y más tarde la llegada de los conquistadores españoles, las mujeres taínas demostraron una notable capacidad de adaptación y resistencia. Su participación en la defensa de sus comunidades era a menudo vital, evidenciando una versatilidad que iba más allá de los roles tradicionalmente asignados.
Estas estrategias de supervivencia no solo incluían la lucha armada sino también la diplomacia. Además de la negociación y la preservación de sus prácticas culturales a través de la transmisión oral y la enseñanza a las nuevas generaciones.
Cacica Luisa
Entre las mujeres tainas, quizás la más estudiada dentro de la historia de Puerto Rico y de las más importantes en la primera etapa de la colonización de la Isla, se encuentra la Cacica Luisa, también conocida como Yuisa. Yuisa vivió en el área que hoy se conoce como Loíza. Luisa adquiere su nombre de quien la bautizo en la fe católica, Don Luis de Añasco. Ella fue de las primeras en ser encargada en la isla para servir en terrenos reservados a la corona. Por lo que los miembros del yucayeque que ella administraba, eran obligados a trabajar para la corona.
Luisa se casó con Pedro Mexía, un español que trabajaba para la Hacienda del Toa. Importante lugar por su fácil acceso al oro del rio La Plata. Como parte de su labor, Mexía buscaba taínos en sus aldeas para trabajar diariamente hasta que lo sorprendió un ataque de indios rebeldes. En 1513 se levantó una rebelión de indios rebeldes. Sorprendiendo a Mexía en momento cuando se disponía a recoger a taínos para llevarlos a sus áreas de trabajo. Durante la rebelión, Pedro Mexía fallece, al igual que la Cacica Luisa, quien defendiéndolo, murió en la batalla.
Modernidad y memoria: la relevancia de las taínas hoy
La figura de la mujer taína sigue siendo una fuente de inspiración y orgullo para muchas comunidades en Puerto Rico y más allá. En la era moderna, el reconocimiento de su papel en la historia y la cultura ha llevado a un resurgimiento del interés por las prácticas ancestrales y los valores que representaban.
Este renacimiento cultural no solo honra a las mujeres taínas del pasado, sino que también motiva a las generaciones actuales a reevaluar y fortalecer su conexión con la herencia indígena. La reivindicación de estas tradiciones se ha convertido en un acto de resistencia contra la homogeneización cultural. Además, un paso hacia la recuperación de una identidad distinta y rica en matices.
Legado de las Mujeres Taínas
La historia de las mujeres taínas es un testimonio de su fortaleza, versatilidad y liderazgo esencial en la sociedad precolombina de Puerto Rico. A través de su trabajo, su espiritualidad y su participación en la vida política y social, las mujeres taínas dejaron una huella imborrable en la historia y cultura de la isla. Un legado que continúa inspirando a generaciones futuras.
