Imagen: Mapa ilustrativo del meridiano de demarcación del Tratado de Tordesillas. Portal de Archivos Españoles. Ministerio de Cultura. Gobierno de España.
Por: Zuzette Sánchez Santiago, MA
Historiadora
Durante años se ha hablado de las guerras de Independencia en América Latina, destacando sus aciertos, desaciertos y evolución. Sin embargo, tendemos a tratar la independencia de Brasil como un caso aislado, destacando solo aspectos puntuales tales como su tardía abolición a la esclavitud y cultura. Lo cierto es que Brasil tiene particularidades históricas que lo diferencian del resto de América Latina, como el haber sido la primera colonia de ultramar en recibir el título de Reino y el último país latinoamericano en abolir la esclavitud. Aunque comparte un pasado colonial similar al de Hispanoamérica, Brasil presenta también diferencias importantes. Este artículo examina esas similitudes y diferencias en los aspectos políticos, económicos y sociales, y busca explicar por qué, tras su independencia, Brasil se mantuvo unificado, mientras que Hispanoamérica se fragmentó en múltiples repúblicas.
Un origen colonial compartido
Las coronas de Castilla y Portugal firmaron el Tratado de Tordesillas en el año 1494, dividiendo las tierras recién descubiertas. De esta manera ambas coronas no solo compartían su espacio geográfico en la Península Ibérica, sino en esas nuevas tierras que se llamarían América. Esto les dio a ambas potencias a generar algunas experiencias coloniales similares. Tanto Brasil como las colonias hispanoamericanas buscaron enriquecer a sus respectivas coronas mediante la explotación de recursos. Portugal se enfocó en el palo de Brasil, mientras que las Coronas de Castilla y Aragón hallaron otros recursos en la minería, y la ganadería como fuentes principales de riqueza en sus primeras colonias.
En cuanto a la administración colonial, ambas potencias desarrollaron sistemas políticos similares. Brasil y las colonias españolas fueron organizados en Capitanías Generales, aunque la corona de los Habsburgos añadió los Virreinatos, unidades territoriales más amplias que introdujeron divisiones en Hispanoamérica. Esta fragmentación no se desarrolló en Brasil con la misma intensidad, lo que permitió a este territorio mantener una mayor cohesión en su estructura territorial.
Diferencias en la estructura administrativa
La administración política y el sistema educativo marcaron una diferencia crucial entre Brasil e Hispanoamérica. Mientras que las colonias españolas se dividieron en varios Virreinatos, creando así una diversidad de identidades y un debilitamiento de la comunicación central, Brasil se mantuvo más unificado bajo una estructura centralizada. En Hispanoamérica, estas divisiones territoriales facilitaron en gran medida a los movimientos de independencia hasta la declaración de estas.
Además, la educación contribuyó a fortalecer una identidad política homogénea en Brasil. La corona portuguesa no permitió la fundación de universidades en Brasil, obligando a los jóvenes criollos a estudiar en la Universidad de Coímbra en Portugal. Esto reforzó su vínculo con la metrópoli y la lealtad hacia la corona, una relación que se mantuvo incluso durante la independencia. En contraste, los criollos hispanoamericanos que estudiaban en Europa absorbiendo ideas liberales y revolucionarias que promovieron los movimientos independentistas.
Economías paralelas pero distintas
En cuanto a la economía, ambas colonias pasaron por etapas de explotación intensiva, aunque los productos de exportación y la organización del trabajo presentaron diferencias importantes. Tanto en Hispanoamérica como en Brasil se produjo azúcar, conocido como el “oro blanco”. Sin embargo, en las colonias españolas la economía era más diversa y contaba con minería, agricultura y ganadería, mientras que Brasil dependía principalmente de la producción de azúcar.
Ambas colonias importaron grandes cantidades de esclavos africanos para sustentar sus economías. No obstante, la esclavitud en Brasil duró hasta mucho después de las independencias hispanoamericanas, lo que generó un impacto social distinto en cada región. Mientras que Hispanoamérica mostraba una mayor diversidad étnica y cultural, Brasil presentó una composición social más homogénea en todo el territorio.
El impacto de la Revolución Haitiana y las ideas de independencia
La Revolución de Haití en el Caribe fue una influencia crucial para los territorios iberoamericanos, ya que el temor de una rebelión esclava similar creció entre los peninsulares. Aunque tanto Brasil como Hispanoamérica enfrentaron el mismo miedo, reaccionaron de manera distinta. Los criollos hispanoamericanos impulsaron movimientos independentistas inspirados en ideas de libertad e igualdad, mientras que en Brasil la independencia se logró mediante una transición pacífica y bajo el liderazgo de Pedro I, hijo del rey de Portugal.
La restauración de Fernando VII en el trono español y su decisión de abolir la Constitución del año 1812 acentuaron el deseo de independencia en Hispanoamérica, y las divisiones territoriales permitieron que los movimientos separatistas ganaran fuerza. En Brasil, la independencia fue negociada con la élite local, manteniéndose el país unido bajo una monarquía independiente y evitando la fragmentación.
Conclusión: independencia y evolución
Aunque tanto Brasil como Hispanoamérica compartieron ciertos elementos de la administración colonial y los impulsos hacia la independencia, sus desarrollos político, económico y social tomaron direcciones distintas. La estructura administrativa centralizada de Brasil, junto con el vínculo educativo con Portugal, ayudó a preservar la cohesión territorial tras la independencia. En cambio, la fragmentación política y la diversidad de identidades en Hispanoamérica dieron origen a múltiples repúblicas. Así, ambos territorios alcanzaron la independencia. No obstante, los caminos que tomaron y sus resultados reflejan las influencias de las políticas coloniales y las condiciones económicas y sociales que los definieron.
Muy interesante!