Siempre lo he dicho y me enorgullezco en saber que mientras hemos sufrido durante más de 500 años por la amenaza a la conquista por muchos, nadie nos ha podido arrebatar nuestra cultura puertorriqueña que se nutre de las diferentes partes que componen nuestro ADN. Todos los países bailamos, bebemos y fiestamos, por lo que la cultura de cada lugar trasciende mucho más allá de un festival o personas que la utilicen como fuegos artificiales para vender o hacer campaña política.
La cultura se trata, desde mi punto de vista, de esa manera natural de expresarnos la cual nos distingue. Ese aspecto de nosotros que, a veces sin darnos cuenta, expresamos en el día a día y nos atrae sin saber la razón. Ese sonido del tambor que nos mueve, un cuatro que nos llena el corazón y una trova que nos eleva con su canción. La cultura promueve la educación ya que nos inspira a aprender de esas raíces de dónde venimos. Conocer, a través de artefactos arqueológicos, historiadores, escritores y artistas quiénes somos y que nunca se nos olvide. Más importante aún, la cultura simplemente nos permite desarrollar un mejor juicio crítico sobre las cosas.
Hoy, una vez más, esa cultura se ve amenazada por la radicación del proyecto PS0273 del Senado de Puerto Rico que propone que la labor del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) pase a manos del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC). Se ha dicho ya por mucho tiempo y alrededor del mundo que el gran miedo de los políticos es un pueblo educado, ya que temen que se revele. Pues así parecería cuando se quiere eliminar la única institución designada para conservar el patrimonio y así fomentar la cultura puertorriqueña. Recordemos, además, que por esta misma razón Don Ricardo Alegría creó el ICP hace 70 años. Porque la cultura nunca ha sido un tema prioritario para el gobierno de Puerto Rico.
Las preguntas que nos debemos hacer es ¿Por qué razón se quiere transferir el control de las propiedades de inmenso valor que custodia el ICP a una agencia que se dedica al desarrollo económico? ¿Qué ha logrado el Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC) que demuestre la capacidad que podría hacer ese trabajo igual o mejor que el ICP? Los intereses detrás de esto son preocupantes y lo que deberíamos velar. Porque, así como están vendiendo a Puerto Rico, podría pasar con todos los bienes muebles e inmuebles que atiende el ICP.
Expresiones del director ejecutivo del Instituto de Cultura Puertorriqueña
El director ejecutivo del Instituto de Cultura Puertorriqueña, Carlos Ruiz Cortés, mostró igual preocupación de que todo el valor que guarda la agencia pase a manos de una agencia que vele por el desarrollo económico. Según expresó a la prensa:
Como director ejecutivo del Instituto de Cultura Puertorriqueña, expreso nuestro rechazo absoluto al PS0273. Que busca transferir las funciones de conservar, custodiar, restaurar y estudiar los bienes muebles e inmuebles, los activos y funciones de custodias de arte que se encontraban bajo la custodia del Instituto de Cultura Puertorriqueña al Departamento de Desarrollo Económico y Comercio, y para otros fines relacionados.
El Instituto de Cultura Puertorriqueña ha sido, desde su creación, el guardián de nuestro patrimonio cultural y artístico. Quien ha creado la política pública cultural que conocemos y hemos disfrutado por las pasadas siete décadas. La mera posibilidad de transferir estas funciones a otra entidad, enfocada únicamente al desarrollo económico, pone en riesgo la preservación de nuestra rica historia y herencia cultural. Es alarmante que esta medida no haya sido consultada previamente con nosotros. Lo que hubiera resultado en un mejor entendimiento de todas las funciones que realizamos y la importancia de nuestro trabajo.
Según el proyecto sometido, se pretende reducir a un solo programa toda la compleja y completa operación del Instituto de Cultura Puertorriqueña. Esto afectaría directamente a toda la población puertorriqueña. Quienes se beneficia directa o indirectamente de nuestros servicios y programas especializados en artes plásticas. Además de artes populares, arqueología, patrimonio histórico edificado, música y danza, teatro, publicaciones y grabaciones, museos y parques, entre otros. Así como los que ofrecen la Biblioteca Nacional y el Archivo General de Puerto Rico. Desaparecer la ley que creó el Instituto de Cultura Puertorriqueña es desmantelar nuestra cultura, es retroceder y dejarla huérfana.
Es imperativo que las funciones de conservación, custodia y restauración de nuestros bienes culturales permanezcan bajo la supervisión de una institución dedicada exclusivamente a la protección y promoción de la cultura puertorriqueña. Las propuestas deben ir dirigidas a fortalecer el Instituto con mayores recursos y no a su desaparición. Instamos a los legisladores a reconsiderar esta medida. Además a mantener intactas las responsabilidades del Instituto de Cultura Puertorriqueña, que este año celebra su 70º aniversario.
Respetuosamente estamos abiertos a la discusión para auscultar mejores posibilidades de gobernanza. Reafirmamos, además, nuestro compromiso de seguir trabajando arduamente para proteger y enaltecer la cultura de Puerto Rico. Cultura que amamos y que nos une como pueblo.
Se expresa el Colegio de Actores de Puerto Rico
De la misma manera José Vidal Martínez, presidente del Colegio de Actores de Puerto Rico sostuvo en un comunicado a nombre del Colegio que clasifican el proyecto del Senado en transferir los bienes culturales del país al DDEC como que busca integrar a esa oficina todos los esfuerzos que, por casi siete décadas, ha invertido el ICP en proteger y difundir nuestra herencia cultural de generación a generación. Por tal razón, la Junta de Directores del Colegio de Actores de Puerto Rico, repudiamos las pretensiones de este proyecto.
Por el contrario, exhortamos al nuevo gobierno en funciones a ejercer su responsabilidad de apoyar al Instituto de Cultura, al cual en los pasados años se le ha ido recortando sus fondos de forma asombrosa. Creemos que esta administración debe crear lazos para unir esfuerzos en pro del desarrollo cultural, un asunto que une a todos los puertorriqueños. Al fin de cuentas, es el propio gobierno a quien le corresponde que el ICP esté funcionando al máximo de sus capacidades. Al igual que el resto de sus entidades.
Hacemos estas declaraciones a nombre de la clase actoral y teatral del país que, siempre ha servido de aliado al Instituto de Cultura desde su fundación. Hay que recordar que la comisión asesora que puso en marcha el Programa de Fomento y Divulgación de las Artes Teatrales, estableció desde el 1958, el Festival de Teatro Puertorriqueño. Al que se le unieron luego los festivales de teatro internacional y el de vanguardia. De esta iniciativa, se estableció una cultura de producción teatral de carácter profesional de manera continua hasta el sol de hoy. Siendo fuente de ingreso para todos los involucrados en esas producciones, especialmente, nuestros actores. Apoyamos la permanencia y el fortalecimiento del ICP. También a nombre de los fundadores que lucharon por su existencia, como lo fueron, Francisco Arriví, Emilio S. Belaval, Leopoldo Santiago Lavandero, Gilda Navarra, René Marqués, Manuel Méndez Ballester y Victoria Espinosa, entre muchos otros”.
También se expresó el Maestro Rafael Trelles:
“¡Este proyecto de ley es una barbaridad! Y lo digo con plena conciencia de la alusión que hago a las tribus bárbaras que saquearon al imperiod romano. Aquí se unen la inquina contra la cultura puertorriqueña con el oportunismo y la voluntad de entregar los edificios del Viejo San Juan a los desarrolladores de hoteles para que se lucren con nuestro patrimonio histórico edificado. Este proyecto es parte de la agenda de los pasados gobiernos neoliberales de desmantelar la institucionalidad del país. Al Instituto lo golpearon ya con la ley siete de Fortuño. Que le quitó la mitad de la plantilla de empleados. Además de la poda continua de su presupuesto por diferentes administraciones y finalmente por la Junta de Control Fiscal. Luego, durante el gobierno de Wanda Vázquez propusieron mudarlo de su sede y ahora la propuesta es destruirlo de un plumazo.
A pesar de todas las deficiencias que el Instituto de Cultura ha mostrado durante los pasados años, sirviéndole a los intereses del PNP y renunciando a su deber de proteger el patrimonio histórico edificado, no podemos permitir que lo destruyan.
Al Instituto le debemos el rescate de buena parte de nuestra cultura en un momento en que las élites intelectuales de PR cuestionaban la misma existencia de una cultura puertorriqueña. Algunos legisladores del país, en el año 1955 propusieron que debía llamarse Instituto Puertorriqueño de Cultura. Alegando que la cultura puertorriqueña era tan sólo una cultura de bacalaítos fritos”, finalizó.
Yo por mi parte seguiré preguntándome de dónde surge una decisión tan drástica y desenfrenada de querer obtener los bienes culturales del pueblo y entregárselos a la rama gubernamental que se dedica a transacciones con comerciantes y empresarios a nivel mundial. Confiamos que el nuevo gobierno entenderá la gran importancia que guarda separar a una agencia dedicada a nuestra cultura. Además de como este cambio podría afectar a todos los puertorriqueños.
Hay aspectos legales que no se toman en cuenta el la propuesta del señor Rivera, se trata de las donaciones condicionadas realizadas por donantes a los fondos del ICP. No a fondos de cualquier otra entidad. El señor Rivera es un servidor público y tiene que respetar la legalidad.
Qué vergüenza..
Buen inicio… ¡Gracias! Pero necesitamos mucho MÁS para detener y eliminar el proyecto PS0273 cuyo objeto es abusivo y abominable que va en contra de nuestra identidad y orgullo patrio. Gracias a nuestro celebrado maestro, artista plástico Rafi Trelles por levantar su voz contra este proyecto. Exhorto a todos nuestros artistas en Puerto Rico y fuera de Puerto Rico… los que tienen voces poderosas, Lin-Manuel Miranda, Jennifer López, El Conejo Malo y tantos destacados artistas en todas las ramas del arte, autores, líderes en todos los niveles, en fin todos los enamorados de nuestra patria, cultura, música, y todo lo que somos. BORICUAS, PUERTORRIQUEÑOS. NO PODEMOS PERMITIRLO. 🇵🇷🇵🇷🇵🇷🇵🇷🇵🇷🇵🇷